Hola lector, recuerda lo que te dije, no reenvíes este artículo, no le des “like”… léelo y listo.
NO estamos en ninguna red social, sólo aquí.
Te voy a contar esta vez, algo que ya deberías saber y si no es así, te ayudará a conocer los enredos oscuros del poder, en un gobierno también oscuro y enredado.
Es cierto que un asesor de nacionalidad argentina estaba circulando con dominio y altanería por las rutas del espacio presidencial… pero eso al principio, porque luego de un tiempo ha sido removido, aunque conserva una especie de mensualidad para estar al tanto y ponerse al servicio cuando lo llaman “como consulta extra”, on line.
Marcio, Maxi, Eduardo y Juan -por un lado-, son los que estuvieron antes, durante y por un tiempo acompañando al ahora titular, es decir, al suplente del presidente elegido.
Pero hoy en día, luego de haber consultado en alguna ocasión, según se comenta en varios círculos, a Alfredo Serrano “el podemita español”, a Jaime Durán Barba de Argentina (ex asesor de Macri y repentinamente adorador de Cristina de Kirchner) y al peruano Walter Chávez (asesor de Evo Morales y perseguido por terrorismo), se ha reconfigurado el Comando de Imagen, contando con varios frentes de información, sin escatimar gastos -de acuerdo a nuestra fuentes, como debe decirse en estos casos tan delicados- y así encontramos versiones de que el español Jordi Segarra, involucrado en lavado de activos en México, Antonio Sola y Yago de Marta (españoles) fueron en algún momento tentados al igual que el mexicano Marco Sifuentes, pero no se concretó la ansiada planilla “de lujo” para la asesoría política, sin embargo, el también argentino Daniel Ivoskus, sería el más cercano, aunque no el principal asesor en la sombra para la comunicación política.
Podría parecer extraño, pero Santiago Cafiero, peronista, jefe de gabinete en Argentina, es el nexo más reservado en la relación política de permanencia del actual gobernante. El nexo que juega Cafiero, no está del todo claro, pero desde su visita a Palacio de gobierno con Alberto Fernández (sin ser presidente, en plena campaña y junto a Sola, el del Grupo de Puebla) es más que sospechosa.
También no hay que perder de vista a los seleccionados nacionales: Desde un ex primer ministro de la era humalista, hasta un equipo de encuestadores y periodistas, “los doce”, cuyas labores en las redes y los medios son escandalosas apologías del gobierno.
¿Qué ocurre en realidad, porqué tantos nombres, porqué tanto dinero en juego?
La inestabilidad emocional del presidente, sus obsesiones -compulsivas- y la cercanía de un primer ministro igual de inestable y conspirador, los tienen contra la pared, junto a sus alianzas informales con los comunistas del Frente Amplio y los herederos del humalismo más recalcitrante.
Ello sumado al desgobierno, el incremento del narcotráfico -permitido o no, aún no lo sabemos-, el contrabando, la piratería, minería ilegal, criminalidad y gestión irregular de intereses financieros, son armas de escándalo. ¿Algún pez grande, o mediano, ha caído en las redes de la Justicia y ha sido condenado? Ni uno.
Además, millonarios contratos siguen en curso, inversiones convertidas en elefantes blancos como la Refinería de Talara (intereses españoles en ronda) o el Aeropuerto de Chinchero merecen asegurar una permanencia y posible retorno del actual presidente.
La estrategia es hacer que “lo peor” se meta en el poder. Lo peor definido como lo contrario al actual gobierno. Y así, se siembra en la mente de los electores que el “gran demócrata” cedió el poder en democracia (irracional la frase, pero así es el teatro del absurdo). Y al ver cómo funcionan los del grupo de “lo peor”, estalle una especie de reacción popular que exija el regreso del nuevo padre de la nueva democracia (guión maoísta).
Recuerden… “entregaré el poder el 28 de julio y…”
Esta novela convertida en escena de la realidad, existe para asegurar el retorno. Pero también existe actualmente una especie de alerta ante las sombras.
Por ejemplo, si alguien hace algo bien, ordenan un amplio “seguimiento” porque piensan que puede tratarse de un conspirador que se acerca al poder.
Así, un día la CONFIEP es brillante, amiga, colaboradora y ejemplar, pero al día siguiente o en apenas unas horas de haber recibido los Informes de Seguimiento, pasa a ser “enemiga del gobierno y del pueblo, quiere traerse abajo al presidente y sus logros”…
La CONFIEP dona más de 200 respiradores, pero el gobierno los entrega como si fuera una inversión pública. Alguien lo menciona y de inmediato comienza otro ataque contra la empresa privada: las AFP, las clínicas, las farmacias, los transportes, los informales (son empresa privada también), los ciudadanos, quienes sea, pero el gobierno es intocable o como su jefe, innombrable.
Entonces, volviendo a la manipulación y los titiriteros, las sombras están observadas, los ministros o las ministras que “salen mucho” en los medios, deben ser limitados en sus apariciones y no recibir tanta cobertura. La imagen del presidente es la suprema noticia, no otra.
Ejemplo: silenciaron a la señora Montenegro, que era más caserita que un primer ministro en los programas políticos de la concentración de medios, porque en la evaluación de impacto ella tenía mayores atributos reconocidos por el electorado que el propio presidente (no aprobación, eso es otro tema) y aunque algunos se asombran, tiene su carisma.
Bueno, también es cierto que el presidente no habla bien, no expresa ideas, carece de temas, no sostiene una conversación y eso lo delata cada vez que comienza a gritar y atorarse con sus palabras y frases sin hilación. Y carisma… mucho menos.
El Comando de Imagen, que lo preside el propio obsesivo, es una especie de mercado de pulgas, un grupo de reutilizables que justifican su salario y privilegios “adicionales” reuniéndose para aplaudir al jefe, anunciarle chismes, explicarle teorias de conspiracion, fabricar slogans o frases de impacto, redactar órdenes para las redes sociales y hacer mini campañas usando un lenguaje común. También -claro está- le alcanzan contratos o sugerencias de gastos para sus medios, tal vez un “especial” o algo relacionado con temas ambientales, de lo más variado por supuesto, a fin que el gobierno coloque auspicios ministeriales y de paso, cae algo por allí al gestor o gestora.
De ese comando salen las directivas para los centros de distribución de mensajes o “troll center” que pueden aparecer escondidos como proveedores de entidades públicas. Es impresionante la edición de mensajes en facebook, twitter, instagram y en páginas web afines (del Estado y relacionadas). Del mismo modo, se entregan titulares y notas periodísticas sugeridas para los medios identificados con el poder. Es decir, los grupos de presión mediática son activados constantemente y a la vez, en simultáneo, desarrolla sus actividades un sistema de control o auditoría de la competencia, “de los opositores”, que informa para las acciones de represión, suaves, moderadas o severas.
Los proveedores de estos servicios no son todos los amigos del gobierno, de ninguna manera. Es posible encontrar algunos “falsos opositores” que son excelentes negociantes. Juegan a dos recibos y se alimentan tanto del odio como del placer. Se sorprenderían de conocer algunos nombres.
El mundo se mueve así en estos tiempos. Las novelas de conspiraciones han tomado cuerpo y son puestas en escena. Nos vemos pronto.