El gobierno peruano dice que no va a retroceder en los injustificados e insostenibles aumentos de impuestos que oficializó con el anterior ministro de economía –el del paquetazo-, pero no entiende, no quiere escuchar que no se trata ni de avance, ni de retroceso, sino de un abuso contra la economía de las familias peruanas.
Para explicarlo mejor: el ministro hizo lo más absurdo, elevó el pago que efectuamos los peruanos por algo que se llama Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que es en verdad, un impuesto adicional al Impuesto General a las Ventas (IGV).
Es decir, usted paga por ejemplo en una gaseosa el precio real del producto más el 18% y además 17% por el ISC, total….35% en impuestos y le suma el incremento adicional del ISC.
Precio final ¿con alrededor del 40% en impuestos?
Pero, no es sólo a las gaseosas, cervezas o los cigarros, este es un ejemplo nada más.
El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) también, es una subida incontrolable a los combustibles y con ello a miles de productos.
Los combustibles, han venido subiendo de precios constantemente y a ese aumento, el gobierno, que recibe IGV y además el ISC, le sube todavía más el total del impuesto.
Resultado, si pagabas 10 ahora pagas 12, 14 y hasta 22 mínimo y ese efecto no es inmediato, ocurre a los dos meses, o tres en mayor frecuencia, como ahora está sucediendo.
Entonces, los precios de los alimentos que se trasladan en camiones, camionetas, trenes y aviones, suben muchísimo más. El transporte en provincias se incrementa, los sectores productivos cambian sus precios y los de servicios elevan sus tarifas. Eso ¿no lo sabía el ministro? No, no lo sabía. No tenía la menor idea cómo funcionaba la economía del Perú y la economía de las familias peruanas.
El ministro vivía en su burbuja enredando los procesos y nos dejó lo que ahora vivimos, un incontrolable aumento de precios y falta de dinero en el presupuesto familiar.
La facilidad de la incompetencia es decir que con más impuestos se resuelven los problemas de caja. Es como si una banda de ladrones necesitara renovar sus armas y deciden robar más a las mismas víctimas para financiar su armamento, pero ya no hay de qué o de donde robarles algo más.
Igual es con los impuestos: no nos dan el equivalente a lo que pagamos, no nos retribuyen con seguridad, salud, educación o mejores ministros y autoridades. Cada vez es peor y el ejemplo lo hemos tenido con un ministro ausente de la realidad, huyendo del diálogo, despreciando el debate.
¿Vieron que no era por un tema de diabetes ni de obesidad?