Inquietante saber que además de la SUNAT, tenemos a la SBS, también OSITRAN, SUNASS, SMV, OSINERGMIN, OEFA, OSIPTEL, INDECOPI, SUNEDU y seguramente otras siglas que a usted y a mí nos marearán.
Preguntados en un Estudio del Instituto del Ahorro un grupo de cien profesionales, sólo 22 pudieron dar con lo que significaban esas letras juntas y únicamente 12 sabían el ámbito de las funciones o responsabilidades de esos organismo reguladores. Fatal realidad.
El problema derivado no es tanto si se sabe descubrir el significado de OSINERGMIN o para ir a otros extremos, la diferencia entre ONPE y ONP –lo ponemos complicado saliendo del ámbito que comentamos- sino que el ciudadano que depende de lo que supuestamente deben hacer estas estructuras burocráticas, no sabe, no entiende, nadie le informa ni explica si se trata por definición, de aliados para su servicio.
Hace algunos años, no existían tantos organismos reguladores y el Perú funcionaba mejor, por lo tanto hoy en día se percibe una creciente opinión para eliminar sino todos, gran parte de esos canales de complicada operación y efectividad.
Cuestan un montón de dinero para que funcionen, pero nos dicen que no lo paga el ciudadano, eso es poco cierto.
Por ejemplo, la SBS que significa Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones, recibe de los bancos, aseguradoras, fondos mutuos, AFP y muchas empresas del ámbito de las finanzas y el ahorro, un pago significativo para funcionar y servir de regulador. Quiere decir que te contrato para que me supervises, un poco jalado de los cabellos, pero es así.
El dinero, lógicamente lo pagan los clientes, los usuarios, porque de allí viene la ganancia y el traslado del pago a la SBS, que no nos cuenten otra historia de pagos finales.
Me supervisas –tú, la SBS- para defender al cliente financiero, a las personas que tienen una cuenta de ahorros, un seguro de vida o patrimonial, una cuenta como partícipe en un fondo mutuo o como potencial pensionista como Afiliado en una AFP, para educarlo y orientarlo a lo largo de su vida de cotizante, inversionista o ahorrista. La pregunta de rigor es si eso se cumple o no. La respuesta ya la saben. No.
Hace nueve meses que tenemos la segunda etapa de un mismo gobierno en el Perú y hasta el momento, la reforma del Estado sigue siendo un discurso, jamás una realidad.
Por eso, recogiendo el sentimiento de muchas personas que nos contactan, creemos que aquí se debe comenzar a pensar seriamente si son necesarios todos los organismos reguladores, si deberían reestructurarse y rediseñarse, porque parece que tenemos ministerios paralelos, burocracias espejo, en vez de promotores de resultados, equilibrio y transparencia.
Abrimos otro debate más, a ver si desaparecen algunos organismos que de reguladores, no tienen nada efectivo.