Algunos ineptos, no encuentro otra denominación, ponen en cuestión si apostar todo por salud o economía. Cómo si y sólo si se pudiera apostar por una sola opción: cuarentena total o libertad absoluta; no somos seres humanos monocordes. Salud y economía no son rivales, son complementarias.
Si apostamos por cuarentena total, tipo Argentina, la producción se hará cero. Y por más que el gobierno imprima billetes, no existirá producción de bienes para el consumo presente y sobre todo futuro, habrá escasez y mercado negro. Morirán millones por inanición (es la denominada cuarentena cavernícola), concepto creado por el economista Javier Milei.
Por otro lado, estamos frente a una pandemia y bajo estas circunstancias existen grupos de riesgo, los que deben ser aislados para tomar con ellos todas las precauciones que eviten que la tasa de contagios se dispare. Una cuarentena selectiva, permite que la producción no sea cero y poco a poco logremos trabajar y producir conviviendo con el virus. Y en esto, es clave incorporar el teletrabajo, diferencia de horarios y mantener el distanciamiento social.
Escucho a muchos políticos y alcaldes grandilocuentes decir que la vida de una persona vale más que la economía, claramente es así. El problema es que esa persona necesita trabajar y producir para vivir, de lo contrario no se va a contagiar del COV-19, pero tendrá escasez de bienes básicos y primera necesidad. Los políticos y alcaldes tienen asegurado su ingreso, los trabajadores y empresarios no.
La solución que ha tenido éxito para minimizar la pandemia y recesión, es hacer un testeo masivo, controles de temperatura y cuarentena preventiva en caso de exposición, porque se entiende que se necesita del sector productivo para generar bienes básicos de consumo y mantener puestos de trabajo.
Una opción nefasta es tratar de que el Estado siga y siga endeudándose (es decir endeudándonos) y así a pura deuda salir de la crisis sanitaria únicamente pero engrosar una crisis económica al mismo tiempo, con lo cual muchos países deberán además de mantener a todos los ciudadanos, importar alimentos, si pretenden tener a todos los ciudadanos encerrados.
Lamentablemente no tendremos vacuna al menos en un año y lo importante es aprender a convivir con el virus. Si se dispara nuevamente el número de contagios deberemos volver a cuarentena más estricta y a medida que el número de contagios se mantenga estable, se podrán abrir más sectores de la economía. Desde el punto de vista económico, hay que minimizar el daño, que será enorme.
Presidente, Fundación Camino al Desarrollo, Chile, Economista.