El sinónimo elegido popularmente para definir al Congreso de la República es “lo peor de lo peor”. Tal privilegio no es sólo una expresión peruana que se repite a diario desde hace décadas, esto ocurre en Chile, también en Argentina, por supuesto que en México, a no dudarlo que en España; se grita por todos lados y dentro de todas las fronteras. Así que mal haríamos en decir lo evidente.
El sinónimo elegido popularmente para definir al Gobierno es “no hacen nada”. Y esa expresión masiva – claro que siempre hay poquísimos que dicen que hace algo, pero nadie se atrevería a afirmar que hace “mucho”- es más que una cólera o rechazo, significa la muestra de la indignación colectiva que aumenta cuando las cosas van mal, como ahora, como antes, como siempre.
El sinónimo para definir a la ciudadanía va desde “demasiado tolerantes” y “muy pasivos” hasta “imbéciles” y “cobardes” (… al que le caiga el guante…).
Como pueden ver, para escarbar las excepciones se necesita mucho hígado, paciencia, lupa, microscopio y racionalidad.
Hoy en día para mala suerte de los responsables del desastre, es decir para mala suerte del Congreso & Gobierno, existen las redes sociales y además, el maravilloso teatro de la verdad, face to face, el Zoom.
¿Se dieron cuenta estos meses que jamás podrían haberse reunido “tantos y tantas”, de distintas partes, de diferentes países de residencia, para contarse cómo les va, qué hacen, qué opinan o qué futuro nos depara este mundo y el país?
Pues bien, hay algo que corregir en esas reuniones: castigar el silencio. ¿Y qué es eso? Simplemente que se tiene y se debe promover evitar el acaparamiento de la palabra o eso del “hablar sólo lo que es correcto” que lanza algún pro gobierno o pro congreso.
Si estamos inundados de medios de comunicación que no informan, sino que manipulan la noticia y también manipulan al lector, oyente o televidente al rumbo del chisme, del potenciar escándalos o adular a los que gobiernan, entonces no podemos permitir que en las redes o en el zoom, por citar este ejemplo, venga alguien y nos diga “no hablen de esto, ni de eso, ni de aquello”
La Libertad es una marca personal, es inexpropiable, nadie puede quitarte espacios de Libertad. Eso lo aplaudo cada vez que me reúno en el zoom con mis amigos a resolver los problemas del país, porque de esas conversaciones, risas, brindis, añoranzas, discusiones, alegrías, karaokes y actitudes solidarias, salen miles de ideas, propuestas y proyectos que hay poner en marcha, para que cuando volvamos a los buenos tiempos, la agenda la impongamos los ciudadanos y no, nunca más el congreso & gobierno.
@primerpedal