Ya cansa ese sermón cobarde que dice “no es correcto lo que hablas, no debes decir eso” mientras el país sigue cuesta abajo, mientras la inmoralidad gobierna, mientras más pobres se hacen extremadamente pobres y mientras la economía de las familias bordea la angustia más extrema que se pueda haber conocido.
La ministra ¿Estudió en Harvard? ¿Y? ¿Si hubiera sido una luminaria, un proyecto de sabiduría, alguien ubicada junto a un Premio Nóbel o el CEO de una empresa líder en mundo, regresaba al Perú a sentarse en un escritorio alejado del ministerio de educación primero y luego en el de economía, o hubiera sido conquistada por los head hunters del mundo, proveídos por Harvard, para seguir una cerra brillante que no la tiene? Cada cosa en su lugar, sin restar méritos -por supuesto- a quien debe tenerlos seguramente pero para otra posición.
De cada 10 peruanos, sólo 4 toman desayuno, almuerzan y tienen un plato en su cena. Otros cuatro sólo una comida al día y dos peruanos y sus familias no se alimentan dos días día a la semana. ¿Eso no te inquieta, no te indigna, no te preocupa?
De cada 10 trabajadores que tenían un ingreso seguro en diciembre de 2019, para febrero del 2020 eran 7, para marzo 5, en abril 4, en junio 3. ¿Y sus familias, y sus vidas? ¿Que gasten sus ahorros, que vendan lo que conquistaron en sus vidas? ¿Que no tengan pensiones de jubilación?
De cada 10 pequeñas y micro empresas, para diciembre de 2019 cerraban trescientas mil -antes de la pandemia-, para febrero otras doscientas mil -antes de la pandemia también-, en mayo sumaban un millón y en agosto, millón quinientos mil. ¿Y los trabajadores, y los emprendedores? ¿Eso no te irrita, no te acusa conmoción, no eres solidario frente al dolor ajeno?
De cada 10 plantas de oxígeno que las empresas mineras, Iglesia Católica, adventista o de otras religiones, empresas pesqueras y universidades privadas junto al Pueblo han logrado instalar en diversas regiones del Perú, el gobierno NO ha logrado instalar ni una sola. ¿No te llama la atención?
¿Quieres más cifras, más evidencias? Mira a tu lado, a tu Familia, dime cuántos han perdido sus ingresos, cuántos tienen lo necesario para su hijos, cuantos miran con desesperación el futuro y con nostalgia el pasado.
No seas fanático, no defiendas a un gobierno miserable, insensible y lleno de corrupción. No defiendas a un Congreso que es materia de oprobio y rechazo, a una “prensa” que se ha convertido en el mayor enemigo del Perú.
Y por si acaso, la respuesta no son los mismos de antes, ni sus precedentes, sino lo nuevo que está en ti: honestidad, participación popular, decisión ya.
Fotografía, AP Associated Press