¿Qué pasó en el Perú que todos estaban en lo suyo y en otro mundo paralelo se jugaba el destino del país?
Que una mafia bien cimentada y abastecida de peones en la prensa a todo precio, se dedicaba a comprar votos, como si se tratara de una feria dominical de la chacra a la olla.
Fíjense ustedes: Una combi pirata, con un chofer de brevete vencido que era en verdad el jalador de pasajeros, pero suplantó al titular, circula sin luces evadiendo todo control, pero llegando a destino con menos pasajeros, y los sobrevivientes resultan bastante magullados, temerosos, preocupados…
“Ocurrió lo que se presumía, no lo que se esperaba. El chofer de la combi, con brevete vencido, seguirá atropellando, no respetará las señales de tránsito y ningún policía lo intervendrá. Goza de impunidad gracias a la campaña que a su favor le hizo la prensa”
“Y gracias también a varios de los pasajeros, que por querer llegar como sea al destino le permiten que sea así” como muy bien me indicó @Jcvasquez81
Democracia no es legalizar la inmoralidad. Nada más que decir, por ahora.
Fotografía referencial sobre “combis”, Agencia Andina