Desde hace cinco días, en diversos puntos de Venezuela se están produciendo protestas rápidas y secuenciales que son semillas hacia una gran protesta nacional, donde la población manifiesta su cansancio frente al maltrato, persecución y la suma de crímenes del gobierno dictatorial de Nicolás Maduro y los esbirros del chavismo.
Estas acciones grupales de protesta se hacen en minutos y los organizadores y convocados se retiran rápidamente para evitar el asedio y represión de las brigadas bolivarianas que arremeten contra el pueblo, efectuando desapariciones forzadas o deteniendo a los opositores al gobierno, a quienes someten a tratos vejatorios, torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Son “protestas semilla” que en un radio de 20 cuadras pueden llegar a ser 4 y hasta 5 bien estructuradas, rápidas como señalamos, de movilización, arenga y retiro, logrando confundir a las fuerzas narcochavistas que ya entran en desesperación.
“Estábamos en la calle, en el centro y de pronto de todos lados salieron jóvenes, mujeres con banderas de la Patria, pancartas, ollas y cartelones de protesta contra la dictadura. Nos unimos de inmediato, tal vez éramos unas cien personas, un poco más, y se convirtió en un momento de esperanza compartida, de grito por la Libertad” nos dijo Leidi, de apenas 19 años, estudiante universitaria.
“Yo también me uní y ayudé con una brocha y pintura para escribir en un muro las palabras más hermosas que todos queremos volver a compartir: ¡Libertad!” nos narró emocionado Luis Carlos, obrero, casado, 23 años y con dos niños de 1 y 3 años.
En Venezuela, un régimen socialista inundado de corrupción, primero aliado y ahora cabecilla del narcotráfico en Latinoamérica, ha ampliado su red al lavado de activos y comercio de armas, ha convertido a Venezuela en un Hub del Delito: drogas, campo de entrenamiento de terroristas, trata de blancas, oro obtenido destruyendo la Amazonía, puerto de embarque de la tala ilegal y el comercio de animales protegidos y en extinción.
“No es sólo la falta de gasolina, sino de agua y alimentos lo que hace más angustiosa nuestra vida. El gobierno compraba silencio con las cajas CLAP pero ya no las abastecen. Nos cortan la energía eléctrica, el agua, los combustibles, las medicinas y no tenemos educación que permita mejorar la vida. Emigramos y ahora regresamos con la mirada abajo. Aumentan las drogas y la prostitución desde niñitas. ¿Es esto un país acaso?” reniega en su dulce hablar Doña Laura junto a su esposo, ambos de 56 años, vendedores de verduras en la calle.
Venezuela es una isla del delito rodeada de naciones que temen por su negativa influencia, ya que el tema de la delincuencia, el apoyo al narcoterrorismo y a grupos criminales de amplia cobertura en el continente, tiene una innegable trascendencia negativa. Pero no queda allí, porque el régimen de Maduro, aliado con Nicaragua, Cuba, el Foro de Sao Paulo y el ahora impulsor de campañas presidenciales “Grupo de Puebla”, tiene armada una red de relaciones con otros mediadores políticos y operadores comunicacionales, lo que le permite controlar las noticias a ser publicadas en los medios latinoamericanos.
Decenas de protestas y manifestaciones en Venezuela han sido la secuencia de cientos de “protestas semilla”, con miles de ciudadanos en las calles indignados ante una economía colapsada, la ausencia de derechos humanos, falta de alimentos, seguridad y trabajo y… ¿Casi ninguna noticia en Perú, Argentina, Chile, Brasil, México?
En cambio, si en un gobierno democrático ocurre un posible hecho de corrupción o tal vez una expresión democrática de oposición, los titulares y la masiva secuencia de alarmas suena indefinidamente, señalando culpables, exigiendo condenas públicas y ante los organismos internacionales.
La prensa en América Latina -en nuestra opinión-, se encuentra sometida al poder del dinero y los operadores narcochavistas o se ha alquilado al silencio de la complicidad, no hay otra explicación.
Nos cuentan lo que nos han ofrecido: “No publiques nada contra Maduro o la revolución Bolivariana, sabremos ser generosos”. Pero, la generosidad no viene de la esclavitud, así no creas que lo que ocurre Venezuela te puede tocar a tí también.
“¿Saben por qué en Venezuela no logramos que las protestas tengan un desarrollo que nos lleve a deponer al chavismo? Porque Maduro y su banda de narcochavistas se sienten seguros que ningún gobierno de América y ningún medio importante de comunicación le darán las espaldas; todo es control del dinero y escenografía para las pantallas, nada más. Todos están comprometidos con Maduro como lo estuvieron con Chávez, todos le hacen el juego en la OEA o en la ONU, puros discursos y nada de verdad, traicionan al pueblo venezolano que podría ser su propio pueblo, pero aquí, en este continente de un solo idioma, de una sola Fe, parece que hablamos diferente, que creemos distinto, nos abandonamos unos a otros” nos expresó entre lágrimas Rosa, profesora universitaria, la única que queda de su familia, pues ya todos emigraron y ella, como la esperanza, se resiste a ser vencida.
Redacción: Ricardo Escudero @primerpedal
Fotografías y comentarios directos, gracias a los Colectivos Venezolanos por la Libertad y a #CienPorLaLibertad