Roque Benavides – Presidente de la CONFIEP
El Perú y otros países de la región se han visto afectados por diversos casos de corrupción que han impactado negativamente en los niveles de confianza hacia las instituciones, pero también hacia el sector empresarial en su conjunto, hecho que se convierte en una responsabilidad para actuar con más ahínco e informar, de manera adecuada, las acciones que, como sector privado, estamos emprendiendo.
Se vienen implementando una serie de mecanismos y acciones para que el sector privado adopte una cultura de integridad y asegure un comportamiento ético y reduzca y prevenga riesgos específicos de corrupción al interior de nuestras organizaciones. Todo ello permitirá mejorar sus niveles de confianza e institucionalidad, así como los niveles de competitividad.
Estamos por implementar el Sistema de compliance o prevención anti-soborno, el cual se guía por los siguientes lineamientos: ser transversal a toda la organización; se implementa tomando en cuenta que la educación y la sensibilización sobre el comportamiento ético y los límites legales entre todos los miembros de la organización son fundamentales.
Cultura de integridad
Y en ese punto en particular, la CONFIEP ha implementado acciones concretas orientadas para que el sector privado adopte una cultura de integridad, cuyos principios rectores se guíen por estos lineamientos: ser transversal a toda la organización e interiorizada por todas las áreas de la compañía (es básico la alta dirección tome el liderazgo al respecto); que se implementen tomando en cuenta que la educación y la sensibilización sobre el comportamiento ético y los límites legales entre todos los miembros de la organización son fundamentales y deben ser de carácter permanente.
Otro punto importante es que debe impulsarse con un cambio de conducta en el día a día, lo cual requiere el esfuerzo y evolución de toda la empresa permanentemente. Además, el liderazgo ético debe provenir del más alto nivel en la organización, de tal manera que se irradie hacia los trabajadores un liderazgo apegado a la legalidad y una ética consensuada de acuerdo a los valores de la corporación.
De las palabras a la acción
No se trata solo de principios sino de hechos concretos. Se han exigido estándares mínimos a todos los gremios de CONFIEP, a través de Códigos de Conducta reglamentados, los cuales reforzamos con una potente reglamentación a partir del 2015, a fin de que cuenten con mecanismos efectivos de cumplimiento. En estos, se detallan las infracciones y sanciones que van desde amonestaciones, hasta la pérdida de la calidad de gremio asociado.
Por otro lado, estamos por implementar el Sistema de compliance o prevención anti-soborno, el cual se guía por los siguientes lineamientos: ser transversal a toda la organización; se implementa tomando en cuenta que la educación y la sensibilización sobre el comportamiento ético y los límites legales entre todos los miembros de la organización son fundamentales y deben ser de carácter permanente; debe impulsarse con un cambio de conducta en el día a día, lo cual requiere el esfuerzo y evolución de toda la empresa permanentemente; y, finalmente, el liderazgo ético debe provenir del más alto nivel en la organización, de tal manera que se irradie hacia los trabajadores un liderazgo apegado a la legalidad y una ética consensuada de acuerdo a los valores de la corporación.
Asimismo, en el 2016 lideramos la creación del Consejo Privado Anticorrupción (CPA), conformado por 24 instituciones entre gremios empresariales y organizaciones, con el objetivo de abrir un espacio que lidere iniciativas y políticas concretas en la lucha frontal contra la corrupción.
Así, el CPA impulsó en 2017 el hoy Decreto Legislativo (DL) 1385, que sanciona la corrupción entre privados, el cual nació de una iniciativa presentada en un intento del empresariado por autorregularse. La administración de la justicia radica, sin duda, en no sobrecriminalizar las conductas.
Es importante resaltar –como ya lo hemos mencionado en repetidas ocasiones- que existen detalles añadidos a nuestra propuesta que contienen un marco que podría llevar a que leyes como esta –que seguramente tienen un buen propósito– resulten nocivas, generando un entorno de inseguridad jurídica y afectando el clima para hacer negocios.
Sin perjuicio de la propuesta de ciertas modificaciones que realizaremos a la norma en cuestión, la reforma de la justicia en el Perú debe continuar de manera permanente e inteligente. Necesitamos un sistema que, además de incorruptible, sea seguro y predictible.
Finalmente, CONFIEP, de la mano con el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, trabajó una serie de Recomendaciones y Planes de Acción sobre transparencia, integridad y lucha contra la corrupción, que presentó a los 33 Jefes de Estado de la región en la VIII Cumbre de las Américas, realizada en Lima el presente año. Estas recomendaciones enfatizan la necesidad de una gobernabilidad transparente para alcanzar un crecimiento económico sostenible en beneficio de todos los peruanos.
Sabemos que aún queda un largo camino por recorrer, por ello foros como el 56 CADE Empresarial se convierte en la plataforma ideal para difundir, proponer y tomar acciones más concretas para un Perú más moderno, seguro y sin corrupción.
fuente de la publicación y fotografía , www.confiep.org.pe