Usted tiene derecho a pensar de la forma que ha elegido, así como también tiene derecho a no decir lo que piensa. Por eso, suena poco creíble que alguien se encuentre satisfecho en el lugar donde se ubica, en silencio, mientras alrededor suyo decenas de miles de muertes que se pudieron evitar, se esconden en estadísticas maquilladas que suprimen la identificación de la verdad.
El gobierno de los señores Kuczynski y Vizcarra es la secuencia de un desastre comprado en paquete electoral único, que si bien se partió en el tiempo (primera etapa con Kuczynski y segunda con Vizcarra), fue la continuidad de su antesala nacionalista en grandes rasgos, ya que el modelo de tener miedo a la prensa -y asociarse y someterse a ella-, condicionar un programa de gobierno a presiones de grupos de poder y claudicar en lo que corresponde al ejercicio del gobierno, se volvió el tridente que simboliza la más nefasta, terrible y dramática consecuencia de haber permitido la existencia de una organización criminal a cargo de todo un país, consolidando el reino de la impunidad.
Me puede decir usted que en el otro lado también se dan decenas de casos de gentes investigadas o con amplios prontuarios, es verdad. Pero un ladrón no excluye a otro, hay que acabar con ambos, en uso racional de nuestras leyes y en especial, de la suprema, la Constitución Política del Perú. ¿No lo hizo el gobierno de Vizcarra sabiendo que 68 sanguijuelas pernoctaban en el congreso? ¿Y porqué no actuó para removerlos y hacer que el Estado las procese en uso de las numerosas herramientas con que cuenta para ello? ¿Amistades peligrosas, acuerdos de complicidades manifiestas, estupidez, tolerancia, más estupidez o más sociedad dentro de la corrupción?
Un país no se divide entre dos grupos de bandoleros, obligándonos a escoger y someternos al mal menor, así no funciona el sistema democrático, sino el mundo del hampa. Y no queremos vivir en ese mundo de hampones y políticos.
Por eso, en la hora precedente, se dió otro tipo de disputa y la partida la ganó el que aplicó con evidencias la Constitución, así no te guste ese procedimiento, porque no se trata de gustos sino de la estructura legal de la sociedad, el ordenamiento jurídico de la Nación. ¿No estás de acuerdo? Es tu derecho, ejércitalo, habla, escribe, participa, conviértete en actor y no en espectador, deja de tirar piedras y esconder la mano, deja de huir de un incendio como si el fuego no lo hubieras provocado tú, irresponsable ciudadano.
Epílogo: Pasó lo que tenía que suceder, eso es la vacancia y ahora, más alertas, no es un pase libre el que tiene el señor Merino, no es un cheque en blanco, al contrario, él tiene el deber constitucional de seguir el calendario electoral y nosotros, la obligación de no ser los mismos imbéciles de siempre, para elegir bien y para no volver a vivir lo vivido, nunca más.