Algo pasa en la mente del 0.014% de la población del Perú que sale “con cuchillos y pinturas de guerra” a romper todo, causar destrozos, lanzar ira contra un humilde Policía que pide respeto, insultar a todas y todos -como dicen en ese lenguaje sin sentido-, que incorpora justamente los odios y rencores de quienes lo inventan como suyo, para ir en contra de los demás.
¿Es la protesta un Derecho? De ninguna manera, la protesta es un ejercicio natural, respetado y lógico de una expresión popular, sea individual o colectiva, para convertir las opiniones discrepantes en voz hecha calle, no es al revés. La Libertad de ejercer tu expresión donde tú lo has decidido, repito, en las calles, en las plazas, en tu trabajo, en tu universidad, te lleva a protestar, muy bien, de acuerdo. Pero protestar no es incendiar ¿O existe el Derecho a incendiar, a odiar, a matar?
Las actitudes no son derechos, las estupideces no te dan derechos, pero con la protesta bien encaminada, conquistas Derechos haciendo que las Libertades perduren.
Las cosas son así: Los medios de comunicación y los eternos vividores del Estado son los responsables de las calamidades, de la invasión cultural, del desorden moral, de la carencia de educación, ideas y propuestas porque cerraron toda puerta a la innovación y el pensamiento, sea individual, sea colectivo.
Sancionaron a los discrepantes y protegieron a los conversos que van de gobierno en gobierno, los mismos de siempre, los consultores y adulones del poder, hoy progres, ayer caviares, antes revolucionarios y mucho antes… terroristas ¿O no?
Los medios de comunicación, prácticamente todos, son ollas de barro a fuego de tu vida, de tu trabajo, de tus impuestos. Hay que apagar ese fuego y eliminar ese barro que cubre nuestras Libertades.
Fotografía referencial, Al Margen