El juez federal James Boasberg de la Corte del Distrito de Columbia, ha dado luz verde para que un grupo de médicos cubanos presentaran una demanda contra a la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), afiliada a Naciones Unidas, por explotación de médicos cubanos en Brasil. Aducen que han sido víctimas de trabajo forzado en Brasil como parte de un programa de la PAHO. La primera de muchas que seguramente surgirán.
El juez Boasberg decidió que la PAHO no puede aducir inmunidad y que su corte tiene jurisdicción sobre el caso porque la relación entre Cuba y los países anfitriones para las brigadas médicas es una de índole comercial. Los médicos demandantes son disidentes que lograron asilarse en los Estados Unidos y por ello, se sienten fuertes para denunciar los abusos de esta forma de esclavitud moderna.
PAHO actuó como intermediario financiero usando su cuenta de banco en CitiBank en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia, para transferir aproximadamente 1.3 billones de dólares estadounidenses de Brasil a Cuba, de los cuales se sospecha que PAHO se apropió de 75 millones. Si esto hicieron en Brasil, es de preguntarse qué han hecho PAHO y Cuba en el resto de América Latina. Cuántos millones de dólares habrán manejado con la intermediación de PAHO, para beneficiar a la dictadura comunista de Cuba.
Los disidentes dicen que sólo en Brasil, más de 10 mil médicos y profesionales de la salud hicieron trabajo forzado en el 2013, durante el gobierno de Dilma Rousseff. Programa que el Presidente Jair Bolsonaro cerró precisamente por considerarlo una forma de esclavitud moderna. Bolsonaro exigió a Cuba que pagara a los doctores sus salarios completos y obviamente, los comunistas se negaron.
De los 10 mil dólares estadounidenses que Brasil pagaba a Cuba, ellos recibían mil dólares mensuales. De esos mil, PAHO les depositaba 600 en cuentas bancarias congeladas en la isla bajo promesa de que los doctores obtendrían el dinero al volver a la isla luego de completada su misión. Sabemos que Cuba se queda con entre el 80 y el 95% de lo que los gobiernos anfitriones pagan mensualmente por los cubanos de la delegación.
La PAHO, cómo todo ente de ONU, niega haber recibido compensación alguna por su papel como intermediario en el programa. Los demandantes aseveran que inclusive, los enviados del gobierno cubano que los controlan, fueron contratados como asesores locales de PAHO. Esos “asesores” les confiscaron sus pasaportes, controlaban sus movimientos y les impedían reunirse con sus familiares en Brasil. Todo como parte del programa Mais Medicos de Roussef.
Cuba podrá excusarse y justificar sus acciones como guste, aunque no da evidencia que sustente sus argumentos. Lo que es evidente, es que el negocio de los médicos cubanos representa billones de dólares (sólo en el 2018 fueron $6 billones). El descaro del gobierno cubano, y la abierta miopía, ignorancia o mala fe de sus defensores internacionales, han significado dolor y sufrimiento para miles de cubanos, y esa es una realidad evidente.
Nota de Redacción:
Unos 10.00 médicos y profesionales de la salud de Cuba participaron en el programa “Mais Medicos” en Brasil. Cerca de 3.500 de ellos desertaron y viven en Estados Unidos, en su mayoría -unos 1.500- en el sur de la Florida, de acuerdo con la demanda que se presentó en noviembre de 2018 en Miami.