El gobierno pretende hacerle creer a los ciudadanos que lo que haga un simple Ministro del Interior está por encima de la Ley, y eso, no es no correcto, ni ético, ni moral, ni legítimo, ni legal.
La reforma a una institución, no se produce de la noche a la mañana. Lo que ha ocurrido con el pretexto de “reforma” a la Policía Nacional del Perú, es un plan desesperado, es el resultado producto de acciones políticas directas, con fines políticos directos; y, esconder una “reforma” en sucesos ocurridos durante dos o tres días, que nada tienen que ver con la estructura actual y la organización vigente en la Policía Nacional del Perú, es tapar una acción humillante, sobre lo que no se justifica.
Todo se puede reformar, todo puede ser motivo de mejoras, pero destruir el orden de quien impone el orden, es lo más absurdo, trágico, siniestro y corrupto que se pueda justificar.
No sólo se equivocó el presidente del Perú, sino que cayó en las redes de un grupo que hace casi treinta años circunda y penetra en la Policía Nacional del Perú, o compartiendo el ser parte de ese grupo, ha dado poder sobre la organización policial a una organización siniestra que tuvo en sus manos los inicios de la destrucción de la institución tutelar, cuando usando métodos vedados, se trató de armar hace años, una secuencia de desprestigio que poco a poco se descubrió, era mentira, como el caso inventado de la existencia de un centenar de efectivos policiales en un falso escuadrón de la muerte.
No se han hecho cambios en la Policía Nacional del Perú, se ha usado una decisión política para desmoralizar a la oficialía y perseguir al personal subalterno, usurpando funciones por encima de las leyes y eso, debe y tiene que corregirse, porque de lo contario, los efectos van a ser de consecuencias impredecibles.
El respeto a las instituciones es esencial. El rol que juegan algunas ONG sobre el Ministerio del Interior y la Policía Nacional de Perú, es un grave atentado al orden interno y la paz social.
Demasiado dinero está en juego, eso lo advertimos ahora como ayer, demasiados recursos materiales están en juego, demasiado poder sobre las personas y las comunicaciones, data personal, movimientos, coacción y manipulación de la verdad, por eso, repetimos hasta el cansancio, algunas ONG claramente direccionadas son las que están dentro del Ministerio de Interior hace años, sembrando a sus representantes, inventando “temas de estudio”, rotando puestos clave, disponiendo de presupuestos, distribuyendo información estratégica, construyendo redes y alianzas para tomar el poder interno, ya que el Ministerio del Interior es el soporte directo de todo gobierno.
¿Qué quiere el actual Ministro, que fue antes Vice Ministro en la peor época de desprestigio político en dicha institución, cuando acusó a la Policía Nacional del Perú de hechos gravísimos, nunca probados, pero siempre difundidos haciendo daño, sin pedir perdón, atacando a decenas de oficiales y personal subalterno?