Claramente, estamos viendo un proceso de envejecimiento en que las personas requerimos ser atendidas en ese concepto socio sanitario. Es muy difícil entender o abordar un problema sanitario de una persona mayor sin atender su situación socio familiar. Y a la inversa, en muchos casos, hay un alto porcentaje de problemas que derivan a una situación de empeoramiento sanitario, precisamente por una falta de apoyo.
Normalmente esa falta de apoyo puede generar también que la persona tenga menos capacidad para el autocuidado o la prevención de algunas enfermedades. Los recursos sanitarios, en la parte de atención primaria, fundamentalmente, van a tener actuación en ese concepto de familia, en materia preventiva fundamentalmente.
Por ejemplo, campañas que ayuden a un envejecimiento saludable se tratan de promocionar desde el ámbito de atención primaria. Por otro lado, en la atención especializada – a la cual nos pueden derivar desde la atención primaria – uno va buscando un diagnóstico más certero.
Si uno tiene un tipo de patología que luego tiene que ser tratada a nivel hospitalario, necesitas pasar por las screenings pertinentes. En el caso de la atención urgente, esta puede llevarse a cabo desde el ámbito comunitario o a nivel hospitalario. También está incorporado el transporte urgente y programado desde los recursos sanitarios desarrollados. Por su parte, los recursos sociales ya tienen muchos años de evolución.
Aunque no los voy a nombrar todos, me voy a enfocar en los que están específicamente nombrados en la legislación vigente. La ley contiene una cartera de servicios que tienen que ser previamente cribados a través de una evaluación / mapeo de cada una de las personas que quieren acceder al sistema y establecer, así, un programa de intervención individualizado.
¿Por qué funciona de esta manera? Se considera que la ley intenta de establecer un derecho subjetivo de cada uno de los ciudadanos para solicitar una ayuda por esa situación de dependencia en la que se puedan encontrar. Por otro lado, es importante tener en cuenta que en muchos casos lo que se quiere es mantener ese cuidado en el entorno familiar.
Por tanto, se precisa de una evaluación / mapeo tanto de la situación funcional-cognitiva como social de cada una de las personas con objeto de establecer, conjuntamente con la persona afecta, cuál es la propuesta de cuidado más adecuada. Hasta entonces, prácticamente los recursos de atención se prestaban sin consensuar qué tipo de cuidados se podían recibir.
En la actualidad, se trata de hacer partícipe a la persona y su entorno familiar, con la orientación adecuada de los profesionales que proceden a la valoración de cada caso, estableciéndose, de esta manera, un Programa Individualizado de Atención (PIA).
En términos de la atención domiciliaria, fundamentalmente se desarrollan los servicios preventivos, los servicios de tele asistencia y de ayuda a domicilio. En términos de la atención institucional, están los centros de atención de día, y los centros residenciales. Y encontramos dos modalidades de prestación económica:
- Una prestación que se concede para el cuidado en el entorno familiar (es decir, existe una familia en el domicilio que se hace cargo del cuidado y por eso recibe una prestación económica);
- Una prestación económica vinculada al servicio (es decir, si la administración no llega a darme un recurso, sí tiene la obligación de darme una prestación económica para que yo pueda contratar ese servicio a través de una red de recursos privados).
Con respecto al recurso de la tele asistencia, cabe mencionar que es uno de los servicios mejor evaluados por las personas que lo reciben.
Consiste, fundamentalmente, en instalar en el domicilio un dispositivo fijo (terminal) con un pulsador portable (UCR) que queda conectado a una central de ayuda especializada y atendida por personal especializado durante 24 horas del día. De esta forma, si existe una situación de emergencia (sanitaria, social o personal), la persona puede pulsar y automáticamente entrar en contacto con esa central de atención para resolver la incidencia.
Desde la Central, también se realizan llamadas de seguimiento que permiten apoyar campañas preventivas e informativas (vacunaciones, hidratación y nutrición); conocer el estado de cada usuario, con objeto de apoyarle en procesos de recuperación por situaciones de salud, emocionales (estado de ánimo, procesos de duelo complicados…); o apoyar, de forma proactiva, el cuidado de patologías crónicas en el ámbito domiciliario o dar soporte a los cuidadores informales (familiares).
Curiosamente, uno de los retos que enfrentamos durante este proceso de envejecimiento, es la soledad. En este escenario, el servicio de tele asistencia se acaba convirtiendo en un punto de referencia para las personas que viven solas, quienes lo aprovechan para tener un contacto continuo con el mundo exterior.
Claramente, hay personas que tienen dificultad para salir de su casa de forma asidua.
Por otro lado, tenemos el servicio de ayuda a domicilio. Este servicio desplaza una persona a la casa de quien hay que atender. Durante la prestación, se pueden realizar diferentes actividades, pero fundamentalmente van vinculadas a atención personal y apoyo en el hogar. Se trata de hacer un apoyo a la persona mayor en su domicilio, de manera que pueda permanecer en su domicilio durante el mayor tiempo posible, potenciando su nivel de independencia y autonomía.
Los servicios de tele asistencia y de ayuda a domicilio, son recursos complementarios y, en mi opinión, necesariamente unificables para lograr una mayor optimización del gasto y un incremento en la calidad subjetiva percibida por las personas.
Otros recursos que van vinculados a esa atención en el ámbito comunitario son los centros de día. Este servicio, de funcionamiento diario en horario de 9 a 18h, aproximadamente, trata de atender en el centro a un grupo determinado de personas (media de 30), con perfiles similares respecto al deterioro presentado.
A través de diferentes programas de atención personal, social y rehabilitador (fisioterapia y terapia ocupacional) trabajan con las personas para prevenir o restituir situaciones de deterioro.
Normalmente incluyen el servicio de transporte, de manera que las personas que asisten son recogidas y llevadas de nuevo hasta su domicilio al finalizar la jornada.
A través de este recurso, se garantiza un elemento que se considera muy importante: la alimentación. Los centros de día suelen aportar el desayuno, la comida y la merienda para las personas que asisten a ellos. Con todo este planteamiento los centros de día sirven, por un lado, de respiro para el cuidador principal, puesto que durante el tiempo que la persona mayor acude a este centro, el cuidador puede compaginar su responsabilidad con una actividad laboral, Y está la parte directa de atención, preventiva o asistencial, que se realiza con la persona que asiste al centro.
Los servicios preventivos tienen un desarrollo menor. Fundamentalmente, ellos están vinculados a la parte funcional, aunque existen algunas experiencias que tratan de realizar prevención a nivel cognitivo. Los centros residenciales, están cambiando las metodologías del enfoque del tratamiento de la persona mayor mediante un concepto de atención centrada en la persona, tratando así de lograr una adaptación flexible, y lo más individualizada posible, del servicio a la persona y no la persona a la impersonalidad y rigidez organizativa de las residencias.
Natalia Roldán es licenciada en Psicología Clínica, Experta en Inserción Social, Servicios Sociales Comunitarios y Economía Social, por la Universidad Complutense de Madrid y Diplomada en Gerontología Social. Su carrera profesional se ha desarrollado principalmente en el Grupo EULEN, dentro la actividad de Servicios Socio sanitarios, desde su incorporación a la empresa en el año 2005. Durante este tiempo, ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en esta empresa, entre otros, el de Directora de Servicios Sociales. Desde mayo de 2016 ocupa el cargo de Subdirectora General de Servicios Socio sanitarios de dicha compañía.
Hemos efectuado un extracto de algunos comentarios de la autora, cuyo texto completo está en el siguiente link:
Presentaciones del Seminario Internacional FIAP, organizado por FIAP y ASOFONDOS, los días 12 y 13 de Abril de 2018, en Cartagena de Indias, Colombia.
fotografía: AMD
http://www.fiapinternacional.org/wp-content/uploads/2019/05/COLOMBIA-2018-ESP-COMPLETO.pdf