No quieren insultos, pero los dicen. No quieren agravios, pero los multiplican. La manipulación orquestada con el triángulo del gobierno, prensa y encuestadoras alineadas, sigue en rumbo de colisión, al 66 por ciento imaginario.
Cuando cae la lluvia en el mar, podemos decir que el agua se fue y está allí, en la inmensidad del océano. Cuando los que manipulan creen que ya alcanzaron una posición dominante, se juegan el pellejo para acabarse entre ellos pretendiendo ser líderes de algo, al final de nada.
Lo vengo sosteniendo cuando afirmo que decenas de escenarios se han creado para engañar al pueblo bajo el manto de la reivindicación popular y el liderazgo ejemplar, valiente, histórico, increíble…..del presidente. Igualito que con Vizcarra, igualito que con Sagasti.
El gobierno no está trabajando, no sirve a la Democracia, menos a la Libertad.
Para que la Democracia funcione, no necesitamos ni un gobierno repulsivo, ni una oposición poco combativa en ideas. Requerimos ministros y autoridades nombradas en la función pública, que estén ausentes del delito, el odio, el resentimiento y la venganza.
No debemos tener un Congreso de la mitad hacia abajo, tampoco un gobierno en similar rol, porque se viene sembrando una izquierda que pondrá más explosivos y dinamita en temas que no son agenda, sino en revueltas que ellos tienen listas para incendiar al país.
Para acabar con el comunismo que está hiriendo a la Patria, se deben tomar decisiones inmediatas, y no esperar que la soga siga ahorcando el cuello de las válvulas de aire que aún, por ahora, nos permiten respirar.
Un Congreso cobarde, dedicado a negocios, sometido a componendas, no es ninguna garantía para los ciudadanos. A ellos, los del congreso, sólo les importa su quincena, su mes turbio, sus bonificaciones y asignaciones por no hacer nada bueno por el país.
Es lo mismo en el gobierno con tantos ministros, viceministros, asesores, directores, asistentes y personal que no hace nada y cobra mucho. Que gasta demasiado y no produce absolutamente nada.
Los ciudadanos estamos rebalsando nuestras gotas de paciencia y buen humor, mucho cuidado.