Palabras de esclarecimiento ha pronunciado el Cardenal Gerhard Muller, antiguo prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, sobre el candente y actual tema de la catolicidad del nuevo presidente americano Joe Biden. Lo ha hecho en entrevista con Kath.net, que publica el blog de Marco Tosatti.
Tras afirmar que un obispo católico que relativizase la ley moral por sus preferencias políticas sería “un falso apóstol”, y después de recordar la continua condena que el magisterio ha hecho del aborto, el purpurado alemán expresa que “hay buenos católicos hasta en las más altas esferas del Vaticano, a quienes en un ciego efecto anti-Trump soportan o minimizan todo lo que ahora se desata contra los cristianos y todas las personas de buena voluntad en los Estados Unidos”. Se refiere el purpurado a las políticas de la nueva administración americana contra la vida y la familia – particularmente en materia de aborto, el llamado matrimonio homosexual y las afectaciones a la libertad religiosa.
“Ahora Estados Unidos, con su poder político, mediático y económico concentrado, está a la vanguardia de la campaña más sutilmente brutal para descristianizar la cultura occidental en 100 años”, afirma el purpurado.
Resalta el Cardenal Muller que la nueva administración pone en riesgo millones de vidas de niños, en Estados Unidos y en el mundo. Pero afirma que hay los que piensan que eso es menos malo que si hubiese continuado Trump en el poder.
No obstante, expresa el Cardenal, “estoy convencido de que la ética individual y social tiene prioridad sobre la política. El límite se supera cuando la fe y la moralidad contradicen el cálculo político. No puedo apoyar una política abortista porque construye viviendas populares y por el bien relativo debería aceptar el mal absoluto”.
Sobre las diferentes posiciones del episcopado americano con relación a Biden, ¿Qué opina el Cardenal Muller?
El periodista de Kath.net evidencia ante el Cardenal que hay obispos en los EE.UU. que afirman que a Biden se le debe negar la comunión, como el antiguo arzobispo de Filadelfia, Mons. Chaput, mientras que otros como el Cardenal Gregory, Arzobispo de Washington, dicen que le seguirían dando la comunión, y pide al Cardenal Muller una valoración al respecto.
“Se ha infiltrado la opinión absurda, incluso entre los católicos, de que la fe es un asunto privado y que se puede permitir, aprobar y promover algo de intrínsecamente malo en la vida pública”, manifestó el Cardenal Muller.
“En la acción concreta – prosiguió, los cristianos en un parlamento o gobierno no siempre son capaces de hacer respetar la ley moral natural en todos los puntos. Pero nunca deben participar activamente o pasivamente en el mal. Como mínimo, deben protestar contra él – y en la medida de lo posible – resistir, incluso si son discriminados por hacerlo”.
Preguntado sobre qué pensar y qué hacer frente a los llamados de Biden a la “unidad”, el purpurado alemán respondió que “una división ideológica de la sociedad no puede superarse marginando, criminalizando y destruyendo al otro lado, de manera que al final todas las instituciones, desde los medios de comunicación hasta las corporaciones internacionales, estén dominadas sólo por representantes de la corriente capital-socialista”.
“En Estados Unidos, como ahora en España, las escuelas católicas, los hospitales y otras instituciones sin fines de lucro respaldadas con dinero público sin duda serán obligadas a comportarse inmoralmente o cerradas si violan” las nuevas disposiciones gubernamentales.
“A estas alturas, a más tardar, incluso la persona más ingenua debe darse cuenta de si el discurso de la reconciliación en la sociedad fue tomado en serio o fue solo una estratagema de propaganda. (…) El lema ‘Si no quieres ser mi hermano, te romperé la cabeza’ no es el camino correcto para la reconciliación y el respeto mutuo”.