Dada la importancia del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) como fuente de impulso para el crecimiento económico y la competitividad del país, realizar un seguimiento del avance de sus proyectos se vuelve una tarea primordial. Por ello, y en línea con el objetivo de crear evidencia para la mejor formulación de políticas públicas, ComexPerú publicó recientemente el segundo Reporte de Avance de los Proyectos PNIC, el cual añade 10 proyectos nuevos respecto de la primera edición, con lo que abarca un total de 32 proyectos[1] y su ejecución financiera en el año 2020.
En el último año, la ejecución de estos proyectos sumó S/ 2,021 millones, de los cuales S/ 860.6 millones correspondieron al sector ferrocarriles, gracias a la Línea 2 y Ramal del Metro de Lima y el Callao. Le siguieron los sectores carreteras, con S/ 425.9 millones; energía, con S/ 325.4 millones, y puertos, con S/ 217.7 millones; mientras que el resto de los sectores (banda ancha, aeropuertos, agricultura y saneamiento) tuvo un menor avance, igual a S/ 191.8 millones.
Si desagregamos estos resultados por meses, se observa que en el segundo trimestre el avance conjunto se redujo, a la par con el establecimiento de las restricciones por la pandemia. El posterior levantamiento de estas se tradujo en un repunte, sobre todo en el último trimestre. El sector ferrocarriles fue el principal motor durante todo el año, seguido por el sector energía y el sector puertos, mientras que en los últimos meses sobresalió la ejecución de los sectores carreteras y banda ancha. El resto de los sectores tuvo una participación baja durante el año.
En términos de avance acumulado (el ratio de ejecución acumulada-inversión total), se pasó de un 28.2% en 2019 a un 32.4% en 2020. El crecimiento más importante se dio en el sector energía, con +13.9 puntos porcentuales (pp), seguido por banda ancha, carreteras, ferrocarriles y puertos (+10.2 pp, + 8.1 pp, +4.8 pp y +3.2 pp, respectivamente). Los sectores más rezagados fueron saneamiento, agricultura y aeropuertos, con cambios menores a 1 pp.
PROBLEMAS E INEFICIENCIAS LASTRAN EL IMPACTO DEL PNIC
Al evaluar el estado de los proyectos, el resultado más preocupante del reporte ha sido que 10 de los 32 existentes presentan algún tipo de limitante en su ejecución y 6 se encuentran paralizados. La diferencia en el avance entre una mitad y la otra es sustancial: los proyectos con problemas solo ejecutaron S/ 434.5 millones en 2020, mientras que aquellos en condiciones normales, S/ 1,587 millones.
Si vamos al detalle de las limitantes, su principal característica es que se relacionan con cuestiones que van más allá de la propia ejecución física de los proyectos. Nos referimos a problemas como la revisión de documentos fuera de los cronogramas, expedientes técnicos con mucho tiempo sin aprobarse (años en algunos casos), retrasos en el saneamiento y entrega de terrenos, adendas que no prosperan, contingencias sociales con comunidades, etc. Sumemos a ello las particularidades de los proyectos paralizados, como los problemas políticos, los desacuerdos entre el Estado y las empresas, y la disolución de contratos (y el lento proceso posterior de encontrar a un nuevo ejecutor).
A su vez, encontramos que ciertos proyectos con un considerable avance acumulado tuvieron un avance financiero muy pequeño en 2020. Por ejemplo, un proyecto de mejora de gestión de residuos sólidos en la ciudad de Puno, pese a tener casi un 88% de avance acumulado, solo ejecutó S/ 291,122. En el caso de dos proyectos de desarrollo regional de banda ancha, en Piura y Cajamarca, el avance acumulado es casi del 70%, pero ambos se encuentran paralizados por la ruptura de su contrato, y solo gastaron alrededor de S/ 1.5 millones en levantamiento de información e identificación de terrenos.
Finalmente, ciertos sectores puntuales merecen atención. En el sector saneamiento, destaca que, pese a que sus proyectos presentan condiciones normales, la mayoría ha ejecutado montos muy pequeños. En los sectores banda ancha y agricultura, todos sus proyectos presentan limitaciones o están paralizados; mientras que el sector transportes cuenta con la mayor cantidad de proyectos con problemas (7 de 14).
Todo esto nos lleva a concluir es que el “estatus especial” que se debía atribuir a los proyectos del PNIC no parece ser tal. Que la mitad de los proyectos analizados enfrente diversos problemas e ineficiencias muestra que las múltiples facilidades que se habían otorgado al PNIC para su ejecución aún no están funcionando.
Al mismo tiempo, es grave que obras cerca de culminar no avancen a buen ritmo. Ello no solo implica un retraso en la función del PNIC de generar impactos en la economía y sociedad, sino también en la inclusión de nuevos proyectos. Recordemos que con los proyectos actuales se espera cubrir alrededor del 30% de la brecha de infraestructura de largo plazo en un lapso de 10 años, y a medida que estos se terminen nuevos proyectos en la cartera de los ministerios se añadirían para cubrir los otros dos tercios. A raíz de lo visto, es más que válido preguntarnos si llegaremos a estos plazos.
En definitiva, se requiere redoblar esfuerzos para empujar el avance del PNIC, en especial en el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, además de otras entidades relacionadas con sus sectores. Actuemos ahora, antes de que el PNIC sea una fuente de decepciones.
[1] Estos 32 proyectos representan una inversión de S/ 48,493 millones y están compuestos por 14 del sector transportes, cinco de banda ancha, cuatro de agricultura, siete de saneamiento y dos de energía.