Feministas en marcha ayer en el centro de Bogotá, Colombia, intentaron incendiar la iglesia de San Francisco, histórico templo de más de 400 años de antigüedad.
El templo de San Francisco es un testigo invaluable de la historia de Colombia.
En 1861 el gobierno liberal decretó la extinción de las comunidades religiosas; pero fue el propio gobierno el que le entregó en concesión este templo a un fraile franciscano, de manera que esta comunidad nunca perdió su dominio. San Francisco quedó como símbolo de la perennidad de la Iglesia y de sus comunidades en la patria de la Virgen de Chiquinquirá.
El retablo y figuras del altar mayor, los artesonados del techo de la nave central y nave lateral, en policromías y pan de oro, los altares laterales, conformando un bello conjunto, figuran entre los más bellos de América, y hasta hoy, es uno de los templos más concurridos en la capital colombiana.
Ayer, durante las marchas del 8M un grupo de feministas intentó incendiar con bombas molotov el templo, lo que hubiera ocurrido con facilidad si no intervienen las autoridades, por la gran cantidad de madera y otros elementos combustibles que lo integran.
Las feministas también arrojaron sobre el fuego en la puerta principal del templo una cruz que llevaban con anuncios ofensivos a la Iglesia.
Aunque la administración distrital deploró los actos vandálicos, no se conoce un plan de contingencia para prevenirlos a futuro.
Con información de Franciscanos.org
También en México, una marcha de feministas entra violentamente a iglesia en Oaxaca y causa múltiples daños:
Feministas que realizaban una marcha ayer en la ciudad de Oaxaca, en México, atacaron ayer la iglesia de San Cosme y San Damián, así como otros edificios.
Armadas de palos gruesos rompieron las puertas exteriores de la iglesia, las ventanas de las puertas interiores, entraron violentamente al templo y llenaron de graffitis paredes, vitrinas, ventanas, bancos y un confesionario.
También destruyeron una estatua de San Judas, y uno de los bancos que lanzaron a la calle resultó dañado.
Esta marcha también infligió daños a la Catedral de Oaxaca, el Ministerio de Salud, entre otros edificios.
Según reportan medios locales, las mujeres pedían el fin del acoso sexual, las violaciones, los asesinatos, las desapariciones de mujeres y el fin del feminicidio.