“El abuso contra los menores de edad es uno de los peores y más viles crímenes posibles. Destruye inexorablemente lo mejor que la vida humana reserva para un inocente, causando daños irreparables para el resto de su existencia”, afirmó.
Esto lo dijo al recordar que en este año se celebra el 30 aniversario de la proclamación de la Convención sobre los Derechos del Niño que calificó como “una oportunidad favorable para reflexionar seriamente sobre los pasos que se han dado para tutelar el bien de nuestros niños y su desarrollo social e intelectual, así como su crecimiento físico, psíquico y espiritual”.
“En esta circunstancia, no puedo callar ante una de las plagas de nuestro tiempo, que por desgracia ha visto implicados también a varios miembros del clero”, reconoció.
En ese sentido, recordó que ha convocado a una reunión del 21 al 24 de febrero con todos los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia.
Esta reunión “pretende cumplir un paso más en el camino de la Iglesia para arrojar luz sobre los hechos y aliviar las heridas causadas por esos delitos”, afirmó.
Papa Francisco en el avión de Azerbaiyán a Roma. Foto: Alan Holdren / ACI Prensa