Según los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) en el trimestre octubre-noviembre-diciembre del año 2023 “el 41,4% de la población informó padecer de algún problema de salud de manera permanente. El 24,3% además del problema de salud crónico que padece, sufrió en las últimas cuatro semanas otros problemas de salud; en tanto el 17,1% padeció solo de enfermedad o malestar crónico”.
A nivel de área de residencia, en el área urbana la población que padece algún problema de salud crónico alcanzó el 43,1% y en el área rural el 34,3%. Comparado con similar trimestre del año 2022, la población con algún problema de salud crónico se incrementó a nivel nacional y en el área urbana en 0,6 y 0,8 punto porcentual, respectivamente. En el área rural disminuye en 0,4 punto porcentual. Asimismo, se observan incrementos al compararlo con el año 2019.
Estos resultados de la ENAHO a cargo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) demuestran nuevamente que un problema nacional crece y que una incompetencia gubernamental también crece.
Veamos otras cifras preocupantes:
Las enfermedades crónicas presentan mayor frecuencia en las personas adultas de 50 a 59 años de edad (66,5%) y adultas mayores de 60 y más años de edad (78,9%). Similar comportamiento se muestra en las áreas urbana y rural.
Comparado con similar trimestre del año 2022, se presenta un incremento en el grupo de edad menor a 15 años de edad, en todos los ámbitos geográficos. Comparado con el trimestre octubre-noviembre-diciembre del año 2019, las enfermedades crónicas se incrementan en todos los grupos de edad, con excepción del grupo de 60 y más años de edad en el área urbana.
De cada 100 personas que padecen enfermedades o malestares crónicos 40 buscaron atención.
En el trimestre octubre-noviembre-diciembre del 2023 el 40,0% de la población con algún problema de salud crónico buscó atención en salud. Por área de residencia, esta población alcanzó el 40,5% en el área urbana y 37,5% en el área rural.
Respecto a similar trimestre del año 2022, se observan incrementos altamente significativos de la población con algún problema de salud crónico que buscó atención en 4,2 y 4,8 puntos porcentuales a nivel nacional y en el área urbana, respectivamente. En tanto, al compararlo con el trimestre octubre-noviembre-diciembre 2019, esta población disminuyó a nivel nacional, en el área urbana y rural.
La población con algún problema de salud que buscó atención en un establecimiento fue de 47,0%
Según lugar o establecimiento de consulta, el 21,4% buscó atención en farmacia o botica, el 14,3% acudió a establecimientos del Ministerio de Salud (MINSA), el 5,2% fue a un consultorio particular y el 4,5% acudió a establecimientos del Seguro Social de Salud (EsSalud).
Por área de residencia, en el área urbana el lugar o establecimiento de mayor consulta fue la farmacia o botica alcanzando a 22,9%, seguido del MINSA, 11,8%. Mientras que, en el área rural el 24,9% buscó atención en establecimientos del MINSA, y el 14,9% en farmacia o botica.
El 88,6% de la población entrevistada informó contar con algún tipo de seguro de salud, sin embargo, no confía como primera opción en los hospitales, sino en las boticas o farmacias
Según área de residencia este porcentaje fue mayor en el área rural (92,9%) que en el área urbana (87,6%). Del total de la población afiliada a algún tipo de seguro de salud, el mayor porcentaje se presenta en la población que accede únicamente al Seguro Integral de Salud (SIS), el 61,3% a nivel nacional, 55,2% en el área urbana y 87,2% en el área rural.
En relación con similar trimestre del 2022, la población afiliada a algún tipo de seguro de salud se incrementó de manera muy altamente significativa a nivel nacional y en el área urbana en 1,6 y 1,8 puntos porcentuales, respectivamente. Asimismo, se observan incrementos al compararlo con el trimestre octubre-noviembre-diciembre 2019.
La desinformación del Ministerio de Salud es un tema crítico y creciente
La desconfianza en los servicios del MINSA, EsSalud y SIS constituyen un hecho contundente, ante el cual, los ciudadanos y sus familias se ven obligados a acudir a las boticas o farmacas como el primer elemento de apoyo, orientación y consulta ante una enfermedad, siendo reemplazado el rol del médico, por el del dependiente de los mencionados establecimientos.