Muchos pacientes, con distintas enfermedades y en especial con el temible covid-19 están pagando desesperadamente, a como dé lugar y sacando dinero de donde puedan- para que un médico vaya a sus casas a brindarles atención, debido al alto costo de las clínicas que atienden prioritariamente a los jerarcas y burócratas del gobierno (que cuentan con seguros especiales pagados con los impuestos de los más pobres y la exigua clase media), y a que los hospitales están llenos de pacientes y carecen de medicamentos, agua, energía eléctrica, oxígeno e insumos, dijeron decenas de doctores entrevistados coincidentemente por Reuters y Minuto Digital Perú, venezolanos que pidieron por su seguridad y la de sus familias, mantener el anonimato.
Los padres, hijos y abuelos de un paciente con enfermedad renal, cáncer, tuberculosis, HIV o el coronavirus tienden a contribuir vendiendo lo poco que pueden y a cualquier precio, o lanzan campañas de financiamiento colectivo para los infectados, dijo una residente de 55 años de la zona Las Acacias en el sur de Caracas, cuyo esposo y padres ancianos reciben tratamiento en su casa.
Los pacientes con coronavirus que son atendidos en sus casas, por precarias que sean la mayoría de ellas, deben esperar que las gestiones y colectas de dinero de sus parientes y amigos les permitan alquilar o comprar respiradores y tanques de oxígeno, para así adquirir medicamentos, ya sea en algunas de las pocas farmacias que los tienen, conseguirlos robados de hospitales bajo pagos adicionales o buscando alguna forma de contrabando.
El tirano Nicolás Maduro ha dicho que el país, cuya economía está sumida en una brutal recesión marcada por la hiperinflación, está experimentando una segunda ola del virus cuyo control no está al alcance de la precaria estructura sanitaria chavista que dice ofrecer “salud para todos”, una burla a la dignidad humana.
Los datos oficiales han registrado alrededor de 2.000 casos por día en el tema del coronavirus por ejemplo, en las últimas semanas, aunque muchos profesionales de la salud y expertos consultados por los medios independientes advierten que es probable que el número real sea mayor.
A medida que la nueva ola cobró fuerza en marzo y abril, la atención domiciliaria generó esperanzas gracias al boca a boca y las redes sociales, porque ello genera ingresos adicionales a los Médicos y enfermeras, cuyos salarios son bajísimos, y también otorga mayores posibilidades de vida y cuidados al paciente, ya que no todos los hospitales tienen servicio de agua y desagüe las 24 horas del día por ejemplo, ni personal de atención básica (enfermeras, auxiliares, limpieza y eliminación de desechos, comedores, etc).
Los motivos para esta atención son varios, pero el más importante es el económico ya que “es mucho más seguro que un médico vaya hacia la casa”, mientras que “el simple hecho de entrar a la emergencia en una clínica o en un hospital el costo es bastante elevado”.
Los hospitales públicos de Venezuela sufren con frecuencia apagones y habitualmente carecen de agua corriente y equipos básicos como tanques de oxígeno, sus ambulancias están sin combustible y sin equipos mínimos para las emergencias según informan asociaciones médicas que realizan frecuentes protestas por las inadecuadas condiciones del sistema de salud pública.
Así se sigue muriendo un gran país que alguna vez fue ejemplo para las democracias, la Libertad y el progreso.
Redacción de Reuters, Gaceta de la Iberósfera y Minutodigitalperu
Fotografía de The New York Times