Es necesario decir algunas cosas distintas a lo que muchos creen que es correcto, cuando en verdad es ajeno a lo que todos esperamos como decisión y realidad.
Un acto del gobierno central –anuncio presidencial, propuesta legislativa, acción ministerial- hoy en día tiene que ser enjuiciado y aplastado porque puede destruir al país, porque esa es su esencia marxista, su discurso comunista que va infiltrándose en la población para generar conflicto, caos y revolución; quien no lo ve así, o peca de imbécil o es parte de los silenciosos demócratas que todo lo aceptan, que todo lo permiten, hasta que la soga los ahorca, por su propia desidia.
No contamos con una buena estructura ministerial porque se ha llenado en forma perniciosa de impresentables, prontuariados y agitadores políticos el escenario, sin embargo, para beneficio de los que estamos en la oposición, se carece de un partido político organizado que sea impulso al gobierno y además, se demuestra una debilidad en el Congreso cuando los propios representantes de Perú “Libre” están desubicados, divididos, desordenados, buscan pantallas y alguna excepción sale a las calles para dar su inútil rostro ante la multitud que lo abuchea.
Pero también desilusiona enormemente que no existan partidos de oposición organizada, y que las bancadas en el Congreso de la República sean tan incoherentes y no establezcan un sentido profesional en su desempeño. Por ejemplo, no debieron permitir que hable una cantidad desbordante de Congresistas en la forma y modo como lo harán seguramente, una suerte de espectáculo del reclamo por un lado, del odio y el resentimiento por el otro y también, como es costumbre anticipada, exigencias que no tienen sentido en este momento. Es decir, pantallas, show, escándalos, gritos… el congreso pues, esa miseria reunida donde unas pocas excepciones sobreviven en medio de tanta inmundicia.
En una presentación ante el Pleno del Congreso, no se puede detallar todo lo que uno desea, no es una lista de mercado, no se trata de contar todos los boletos de una tómbola para ver si el Congresista obtuvo el premio que buscaba. Ese show mediático que aburrió, que cansó por años, debe eliminarse de una vez, pero mientras estén los que están, será complicado.
El Congreso de la República comienza muy mal, se demoró un mes para tener las Comisiones, se enreda a pesar de la buena voluntad de algunos pocos y cae en lo mismo de siempre, eso que asquea a la ciudadanía, que hace reír por absurdo.
¿Esta vez se cuenta con mejores Congresistas? Parece, pero no es suficiente, ni son tampoco suficientes.
Hoy escuché en la Universidad: “Si esto es democracia, prefiero cualquier otra cosa”
Mucho cuidado, las palabras de los más jóvenes, pueden ser la condena de una nación sin rumbo, sin liderazgos.