A siete días de las elecciones de medio termino en la Argentina, inicio recordando un segmento del genial Yayo, cómico y economista argentino, quien, en “Infumables” programa cómico hace 17 años preguntó: ¿Cuáles eran las razones por las que China, habría escogido a la Argentina, para invertir el dinero chino? A lo cual, Chung Lee, el supuesto empresario chino respondió: “Guita Fácil”.
Con mi saludo para Yayo, tomo prestada la criolla y chispeante expresión, no solo porque desde el triunfo electoral de Javier Milei, el 19 de noviembre de 2023, la Argentina ha continuado recibiendo dinero para salir de sus problemas, sino porque el presidente Trump ha manifestado recientemente, en su red Truth Social [1], que el apoyo americano, está condicionado a Javier Milei, haciéndolo con estas palabras: “Javier Milei has my complete and total endorsement”.
La historia reciente
La historia económica argentina, los últimos cincuenta años, nos dice que el modelo fiscal de amplia cobertura en educación, salud y previsión social no solo carecía de capacidad financiera, para atenderlo con recursos propios (impuestos). Sino que también, carecía de acuerdo social para cuidar del “valor” que producen como sociedad [2]. Ello por las crisis de deuda recurrentes y persistente devaluación ante el rechazo ciudadano por el peso, dentro de uno de los países que más dólares físicos mantiene en el mundo, junto con la Rusia de Putin.
Como lo expresé [3], Javier Milei ganó el “balotage” con el 56 por ciento de los votos, producto de lograr entregar “confirmaciones” (seguridades) a los tenedores de dólares; y “esperanzas”, a los tenedores de pesos. Con el “compromiso”, para ambos, que se cortaría un brazo antes de subir impuestos; y que desterraría de su gobierno, las mañas kirchneristas, con las que “la casta” venia despilfarrando el dinero del pueblo argentino.
Así, apenas asumió la presidencia, cumplió con aplicar agresivamente “la motosierra”, obteniendo lo que parecía imposible: superávit fiscal financiero en tres meses, junto con el apoyo de los argentinos para aceptar un duro programa de ajuste, el cual incluyó devaluar el peso, llevando el tipo de cambio a 800 pesos por dólar, lo cual le permitió obtener su primer apoyo financiero en el FMI, destrabando 800 millones de dólares durante las reuniones de primavera 2024 en Washington.
En el primer año de gestión, la administración Milei concretó cambios increíbles, prácticamente sin bancada parlamentaria, lo que, junto al férreo compromiso en mantener el superávit fiscal, le permitieron desacelerar la inflación y proporcionar crecimiento económico. En ello, el “Mega DNU” (decreto de desregulación) y la Ley de Bases, fueron claves en poder plantear la privatización de empresas públicas e impulsar la inversión con el propósito de recuperar a una economía que se encontraba en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), así como, para disponer de poderes especiales que posibilitaran su implementación.
Sin embargo, en la primavera boreal de este año, hace solo seis meses, se inició lo que llamaron la fase 3 del programa económico, que considero viene siendo la más difícil, dentro de la recuperación económica argentina, porque significa la estabilización monetaria y cambiaria [4]. Lo expreso así, porque implica cambios drásticos dentro de un sistema financiero acostumbrado a la “Guita Fácil”, por rentar de la oportunidad y de la especulación.
La estabilización monetaria y cambiaria implicó la “reconstrucción” del Banco Central de Argentina, para que las obligaciones remuneradas ante los bancos, equivalentes a 10 puntos de PBI no signifiquen, una continua emisión monetaria, lo mismo para que, liberar el cepo cambiario, no signifique la imposibilidad de hacer frente a los vencimientos de una deuda externa total de 360 mil millones con reservas liquidas [5] negativas en 14 mil millones, de acuerdo con cifras del BCRA.
El programa fue suscrito con gran alegría, producto que al amparo de EFF [6], el Fondo Monetario Internacional otorgaba un total de 20 mil millones de dólares durante un programa de 48 meses. El desembolso inicial fue de 12 mil millones de dólares, realizado el 15 abril en una sola entrega, para continuar con desembolsos posteriores, de acuerdo con cumplimiento de metas.
El desembolso ejecutado, el máximo realizado por la institución, de acuerdo con palabras de Kristalina Giorgieva, fue porque “tenemos el propósito de contribuir” a la flexibilización del cepo cambiario (para personas humanas), la recapitalización del BCRA y el establecimiento de banda cambiaria con “crawling peg” del 1% mensual.
No olvidemos que, la Argentina, una sociedad donde se reciben 15 mil economistas profesionales al año, y que los hay muy buenos, no ha logrado durante los últimos veinte años, consenso en su visión de cómo financiar políticas públicas con equilibrio fiscal (entre el diseño y el gasto que involucran), habiéndose acostumbrado, el sistema financiero, a vivir de los intereses de obligaciones remuneradas y de la especulación cambiaria, producto del deterioro de sus monedas.
Respecto de las metas a lograr en el Banco Central de Reserva de Argentina – BCRA, no solo incluía el saneamiento de su balance; sino, mejorar sus respuestas en cuanto a su rol en la economía, su personal y los procedimientos para sus intervenciones, tanto, en política monetaria, como cambiaria.
El responsable designado para reconstruir el BCRA fue Santiago Bausili, ex JP Morgan y Deutsche Bank como el ministro Caputo, el cual, su capacidad profesional, junto con su carácter calmado y dominio del inglés le han ayudado a entregar lo necesario para transmitir confianza. Por ello se entiende que se ganara un sitio dentro de la reciente reunión con el presidente Trump, dada la buena apreciación que le tienen en el Departamento del Tesoro.
La fase tres implicaba que el tesoro argentino se hiciera cargo de las obligaciones remuneradas con el desembolso del crédito del FMI saneando el balance del Banco Central. Recordemos que al inicio de la administración Milei, los bancos recibían intereses por obligaciones equivalentes a 10 puntos del PBI y colocaban crédito equivalente a 3 puntos del mismo producto. En vista que, como parte de la operación de saneamiento del balance, el BCRA debía neutralizar la emisión monetaria realizada, el tesoro argentino ofreció a los bancos tres licitaciones para “digerir o neutralizar” los pesos emitidos.
Adicionalmente, en agosto, hace solo tres meses, el FMI concluyó satisfactoriamente la primera revisión del acuerdo que mantiene con la Argentina., confirmando el cumplimiento del ancla fiscal y monetaria. Pero ¿Qué paso después de esa evaluación, hace casi dos meses, que ocasionó que la dupla Caputo-Bausili vengan a Washington desde inicios de octubre?
Es en esa circunstancia, que se genera un excedente de moneda nacional (pesos) que son la fuente de cualquier corrida cambiaria, porque de los 10 puntos del PBI que representan las obligaciones remuneradas, los bancos destinaron 3 puntos al incremento en la colocación de crédito, generando un diferencial, aun sin neutralizar o digerir, de una parte importante de los 7 puntos del PBI restantes en poder de los bancos.
Por ello se explica, que, pasada la evaluación del Fondo a mediados de agosto, se inicie la activación de compras de dólares [7]. la cual, junto a destapes políticos, a menos de sesenta días de un proceso electoral, agiten el mercado, activando incluso, la compra desde personas y elevando aún más, la presión ante el dólar. Ante ello, el BCRA respondió respetando la política establecida de solo intervenir para mantener el dólar dentro de la banda.
Pero además demostrando preparación, porque en reunión en el Adrianne Arsht Latin America Center of the Atlantic Council, al día siguiente de la reunión con el presidente Trump, Bausili contó con claridad que en el BCRA habían identificado que el mercado argentino requería un tremendo monto de cobertura periódicamente durante épocas electorales. La cobertura estimada para los últimos tres meses equivalía a más de 40 puntos porcentuales del M2, que es el dinero en circulación en una economía [8].
La Guita Fácil Americana
Debo precisar en este punto que, de acuerdo con diversas fuentes, el equipo económico trabajó en el máximo secreto las reuniones sostenidas con el Tesoro Americano. Muchos medios económicos se mostraron ansiosos por conocer de la ubicación y posibles reuniones de la dupla Caputo-Bausili. Sin embargo, solo fue hasta el anuncio, hace diez días, respecto del swap por 20 mil millones de dólares, comunicado por el secretario del Tesoro Scott Bessent [9], en que se supo donde habían estado.
El cuidado tuvo resultados, porque no solo multiplicó el impacto de la intervención para detener la potencia de la corrida cambiaria, sino que, además, las sucesivas intervenciones del tesoro americano, a través del Banco Santander, JP Morgan y Citi están asegurando la credibilidad del Banco Central de Argentina así como potenciar el éxito del mensaje político para que se conforme una coalición entorno a Javier Milei, como resultado de los comicios de medio termino a realizarse el próximo 26 de octubre.
Para no caer en especulaciones sin fundamento, me limitaré a repetir lo que se conoce en la prensa sobre la Guita Fácil Americana. Esto porque nadie ha pasado por la “cocina” como para, por el olor, decir que se está preparando. Después del SWAP por 20 mil millones se estudia la compra de deuda con recursos de fondos privados por otros 20 mil millones, ayuda comercial para el incremento de exportaciones y promoción de inversiones americanas.
Es evidente, que se hace necesario que el programa económico argentino concluya con el proceso de estabilización del sistema cambiario y con reformas estructurales que aseguren crecimiento. Asimismo, que la disponibilidad de reservas sea resultado de la inversión y del crecimiento; y no de, continuas ayudas o salvatajes financieros, que incluye: levantar el cepo aún existente para personas jurídicas y unificar en uno solo, los diferentes tipos de cambios aún existentes, un hecho que permita que se anule toda posibilidad de especulación, para que sean solo los flujos financieros reales los que determinen el valor del tipo de cambio en la Argentina.
No quiero terminar sin expresar mi confianza en el ciudadano argentino, porque ha sacrificado mucho como para permitir que fuerzas del lado oscuro le terminen cancelando el sueño de salir delante de sus problemas. Estoy seguro de que sabrá votar con sabiduría para encontrar lo que necesita. Además, porque la legitimidad y responsabilidad debe ser asumida por el propio pueblo para que no permita que su burocracia le mantenga mendigando créditos.
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