En este sentido, el prelado recordó una frase del italiano Alcide De Gasperi, quien decía: “Un político mira las próximas elecciones. Un estadista tiene la mirada puesta en la próxima generación”.
“Los porcentajes de las PASO y su eventual proyección para octubre suponen una alternativa que contiene un gran desafío. Unos ganarán, otros perderán. Es inevitable y es parte de la cultura democrática”
“Los resultados, incluso si el oficialismo lograra su meta de dar vuelta las cifras, pueden ser leídos sin más como el triunfo de uno sobre otros, de un modo de pensar el país sobre otro. En este sentido, semejante interpretación no superaría la lectura de facción, con sus sesgos inevitables”, agregó.
El obispo consideró que “otra alternativa”, que espera que prevalezca, “es hacer una lectura integral, tratando de escuchar lo que incluso los guarismos menores tratan de expresar”.
“¿No necesitamos una instancia superadora que, por ejemplo, pueda priorizar algunos grandes acuerdos y consensos, respetando también las diversas y legítimas diferencias de fondo que tenemos unos y otros?”
“No puedo dejar se señalar que, si bien exiguo, un importante sector de la sociedad argentina le ha dado un canal político a la opción provida. Después del debate pasado sobre el aborto, esta expresión necesita ser escuchada en sus reclamos legítimos”, puntualizó.
Monseñor Buenanueva sostuvo que “cualquiera sea el ganador de las próximas elecciones generales de octubre tendrá el desafío de gobernar para todos, más allá de la retórica que esa frase de ocasión suele tener”.
“El hoy de la Argentina urge que se busque un consenso general, un diálogo amplio, una convergencia deliberadamente buscada de voluntades, tanto de los ciudadanos de a pie como de los dirigentes de los diversos sectores”
“Si, como ha ocurrido en otras ocasiones, una amplia victoria les confiere a los ganadores no solo los cargos ejecutivos sino también las mayorías en las cámaras del Congreso, ese desafío se hace más delicado. Ya sabemos lo que, de ordinario, significan mayorías automáticas”, advirtió.
El obispo indicó que “aquí las virtudes que supone el diálogo democrático con la especial sensibilidad para hacer lugar a las minorías ha de jugar un rol fundamental. También aquí se necesita una opción deliberada por el bien común y no solo por el interés de la propia facción o sector”.
“El Parlamento es un espacio fundamental para una cultura democrática que hace crecer a todos en ciudadanía y en capacidad de edificar el bien y la justicia”, destacó, y planteó: “Todo un desafío para un país y una ciudadanía tan sufrida y probada como dada a diversas formas de providencialismos mesiánicos”.
Monseñor Buenanueva insistió en señalar que no deja de orar, y con insistencia, por todos: “Por los ciudadanos que seguimos en ruta eleccionaria, por los candidatos, por los que están a cargo del gobierno, por las futuras generaciones”.
“Y que el próximo 10 de diciembre, aún en la derrota de algunos, sea una fiesta de la democracia en la que el Himno nacional sea cantado por todos con emoción y con fuerza”, concluyó.+