Recientemente, un posible aumento de la remuneración mínima vital (RMV) viene circulando como tema de debate. En un contexto como el que atravesamos, es necesario que las políticas públicas estén orientadas a la generación de empleo de calidad, por lo que medidas como esta no solucionan los verdaderos problemas estructurales que tiene el país.
El mercado laboral peruano se caracteriza por presentar un alto nivel de informalidad. Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), la tasa de empleo informal en nuestro país en 2020 fue del 75.5%, con lo cual solo el restante correspondería al sector formal (24.5%) y este último sería el que cuenta con seguridad social, entre otros beneficios. Debido a la gran diferencia entre los trabajadores que pertenecen al sector formal (3,674,975) e informal (11,226,806), es necesario analizar la evolución del empleo, considerando esta distinción.
Si bien hay un avance del empleo desde su abrupta caída por la cuarentena estricta impuesta en marzo de 2020 para contener el avance de la pandemia, lo cierto es que esta recuperación es heterogénea, según los sectores.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), la población ocupada con empleo informal en el área urbana durante el año móvil de octubre de 2020 a setiembre de 2021 fue 9.5 millones de personas, un 22.9% más que lo registrado en el mismo periodo del año pasado (7.7 millones). Sin embargo, la población ocupada con empleo formal durante dicho año móvil fue 3.5 millones de personas, un 5.2% menos que lo registrado en el mismo periodo del año anterior (3.7 millones). Dicho ello, se puede decir que la recuperación del empleo es explicada en mayor medida por un aumento en el número de trabajadores informales, lo cual difiere del sector formal, el cual todavía muestra cifras negativas.
Según los lineamientos técnicos para determinar incrementos en la RMV, elaborado por el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE), dos criterios deben ser considerados al evaluar un aumento en el salario mínimo: la inflación subyacente proyectada y la productividad total de factores. Si bien en los últimos meses la inflación ha aumentado, esto se explica principalmente por la inflación no subyacente, la cual se debe a cotizaciones internacionales y factores exógenos al país (ver Semanario ComexPerú 1098).
PRODUCTIVIDAD LABORAL Y BRECHAS SALARIALES
El sector informal y formal en el Perú enfrentan diversos desafíos, además de que tienen diferentes características. El sector informal no tiene acceso a servicios públicos, lo cual desincentiva mayores inversiones y, por ende, predominan modelos de producción menos eficientes. Esto genera una menor competitividad en el sector respecto del formal, lo cual se traduce en una considerablemente menor productividad laboral en el sector informal.
De acuerdo con estimaciones del MTPE, la productividad laboral de los trabajadores formales ascendió a S/ 74,039 en 2018 (+73.8% con respecto a los resultados de 2007), mientras que en los informales esta fue S/ 14,221 el mismo año (+105.5%). Esto implica que los trabajadores informales registraron una productividad laboral un 80.8% menor que aquellos trabajadores formales.
Respecto de los ingresos, en 2020, el sector informal registró un ingreso laboral promedio de S/ 815, un 14% menos con relación al promedio de 2019, mientras que en el sector formal fue S/ 2,366 (-8.1%). Esto significó una brecha salarial del 65.5%, es decir, los informales recibieron, en promedio, ingresos un 65.5% menores respecto de sus contrapartes formales.
La discusión sobre la pertinencia de incrementar el salario mínimo requiere considerar las consecuencias negativas que su aumento puede generar en el mercado laboral formal, más aún en un escenario de recuperación económica y un país con altas tasas de informalidad. Es importante mencionar que un 58.4% de los trabajadores a nivel nacional recibió una remuneración promedio anual menor o igual a la actual RMV en 2020 (ver Semanario ComexPerú 1084). Es decir, un aumento en el salario mínimo reduciría las probabilidades de que más personas se inserten al sector formal, lo cual genera que la política, en vez de generar mayor bienestar en la sociedad, genere mayor informalidad.
El nivel de salario mínimo es superior al salario promedio informal nacional. Esto, sumado al incremento en costos de producción para las empresas debido al incremento de precios internacionales, así como la subida en el tipo de cambio, indicaría que aumentar la RMV sería contraproducente para la recuperación del empleo. Además, esta medida no generaría un incremento del salario promedio nacional; por el contrario, reduciría las probabilidades de que trabajadores informales puedan insertarse en el sector formal.
Como se ha mencionado, gran parte de la recuperación del empleo se encuentra en el sector informal. Además, según cifras del INEI, la cantidad de puestos de trabajo a nivel nacional en el tercer trimestre del año ascendió a 16,964,200 (-0.9% respecto del mismo periodo de 2019). La mayoría de esta recuperación proviene de empleos de menor calidad, pues la cantidad de subempleados ascendió a 8,015,900 (+7% respecto al mismo periodo de 2019), lo que ha generado que la tasa de subempleo ascienda al 44.7%.
Las medidas de política pública no solo deben basarse en buenas intenciones, sino que deben estar alineadas con el interés nacional y tener sustento técnico. Un incremento en la RMV no generará los efectos esperados; por el contrario, es un perjuicio para las micro y pequeñas empresas que emplean a gran parte de la población. Se deben orientar los esfuerzos a la generación de empleo de calidad. Ello se logrará incrementando la productividad y promoviendo mayor inversión. En un escenario de incertidumbre, cambios de discurso y anuncios populistas, la confianza necesaria para que la inversión despegue y, con ello, se generen más puestos de trabajo formales, está lejos de existir.
Nota de redacción: El presente artículo fue originalmente publicado con el título de “Aumento del salario mínimo: una medida poco efectiva para un país con un alto nivel de informalidad” por ComexPerú / Publicado en Diciembre 17, 2021 / Semanario 1101