Avanza a grandes y cadenciados pasos la comunistización de Hong Kong, y desaparece el sentido del eslogan “un país, dos sistemas”: bajo presión de Pekín, se auto-disuelve el Sindicato de Profesores de Hong Kong (PTU), que aglutinaba al 90% de los profesores, con alrededor de 95.000 adherentes.
Hace una semana el periódico comunista chino Cotidiano del Pueblo y la agencia oficial Xinhua, habían repetido la sentencia decretada por sus jefes: “Ese sindicato es un tumor maligno que debe ser erradicado”. Sentencia esta que revela como la prensa es en manos comunistas simplemente un portavoz más de quien maneja los hilos del poder y justifica cualquier agresión.
Después de esto, para los profesores no había más que hacer.
“Era inútil luchar”
Tras “la fuerte presión” de las autoridades, “el Sindicato no tenía opción”, declaró Fung Wai-wah, su presidente. “Ante el Partido Comunista Chino y el gobierno local, era inútil luchar de frente”, explica Wai-wah, ratificando que el gobierno local de Hong Kong no goza de ninguna independencia.
“Teníamos que evitar las humillaciones, arrestos, despidos y juicios de los que no hubiéramos escapado. Es mejor disolverse y dejar de existir que ser reprimido violentamente”, dice Wai-wah, recordando ciertamente el destino de personas como varios de los periodistas del diario crítico Apple Daily, quienes están tras las rejas.
Pero claro, la persecución no se limita a maestros y periodistas, sino que ha cobijado también a diputados, trabajadores sociales, abogados, jueces.
El sindicato era acusado por los comunistas y autoridades locales de “esparcir propaganda política” y de jugar un papel crucial en las manifestaciones pro-democracia de 2019. También las autoridades de Hong Kong acusaban al sindicato de “sumergir la escuela en la política”, y de no haber sabido “enseñar a los alumnos la distinción entre bien y mal”.
¿Contra quién se dirigirán ahora los ataques del comunismo en Hong Kong? Tarde o temprano la Iglesia será alcanzada.
Es claro que la disolución del Sindicato de maestros potenciará el éxodo que está habiendo desde Hong Kong.
Revolución Cultural en Hong Kong
El año pasado, el exgobernador Leung Chun-Yin dio vida al fondo «Acción 803» que recompensa a todo aquel que proporcione información útil con el fin de arrestar a los activistas y diputados democráticos. A partir del 1 de julio, el fondo también recompensa a quien denuncie posibles violaciones de la ley sobre seguridad nacional. Leung publicó personalmente en Facebook una lista de 18 profesores –nombre, apellido, edad, detalles sobre su profesión y los cargos de imputación– acusados de haber violado dicha ley.
Su iniciativa recuerda la locura de la Revolución Cultural en China (1966-1976), cuando sobre los muros de las ciudades todo el que quisiera podía acusar a sus conciudadanos pegando un dazibao con acusaciones infamantes. Independientemente de si eran verdaderas o falsas, estas acusaciones llevaban inevitablemente, en el mejor de los casos, a la humillación pública y, en el peor, a la muerte de los acusados. Lo que ha hecho Leung es proponer de nuevo ese esquema con los medios tecnológicos actualmente a disposición. Su post de Facebook ya ha sido compartido por más de 2.300 personas.
Cuenta de correo electrónico para las delaciones
«Los padres tienen derecho a saber», ha escrito el exgobernador. «»Acción 803″ considera que, en este ámbito, los intereses del público vienen antes que la privacidad personal de los profesores. Es la razón por la que seguiremos recogiendo información y difundiéndola». Leung también ha informado que se ha abierto una línea telefónica para recoger denuncias anónimas contra los profesores. El fondo, además, abrirá una cuenta de email para las delaciones.
La escuela es uno de los frentes principales sobre los que Pekín está ejerciendo presión a fin de minar los cimientos de la resistencia democrática de Hong Kong. Tras haber obligado a las bibliotecas a eliminar de las estanterías los libros prodemocracia, el gobierno ha presionado a los profesores para que se elimine de los libros de textos cualquier referencia a autores «sensibles» como Gandhi, Martin Luther King, Su Xun. También se ha amenazado a muchos profesores para que no expresen opiniones políticas, práctica prohibida también a los estudiantes.
«Profesores vejados y oprimidos»
Recientemente, el padre Sergio Ticozzi, misionero del PIME que vive desde hace más de 40 años en Hong Kong, presentando su último libro La perla d’Oriente, Evangelizzacione cattolica a Hong Kong, ha confirmado las dificultades vinculadas al mundo de la escuela:
«En los colegios el control [por parte de Pekín] es muy fuerte. Se está empezando a hablar de educación cívica, de introducción de la educación patriótica. El objetivo es formar ciudadanos patrióticos que sostengan la patria, porque para el gobierno chino la patria se identifica con el Partido comunista. Quienes trabajan en las escuelas están muy preocupados: los profesores son objeto de vejaciones, están controlados y oprimidos y se les obliga a dimitir».
Publicado por Leone Grotti en Tempi, en La Croix, con la redacción de Gaudium Press e InfoVaticana
Fotografía de protestas de profesores en Hong Kong, Prensa Latina