Contrario a lo que piensa, no es la corrupción. La corrupción es un EFECTO, NO LA CAUSA. Que la política es algo sucio, lo escuchamos a diario. Todos criticamos todo, muchas veces sin proponer nada. Todos nos creemos más inteligentes y más sabios que cualquiera de los funcionarios de turno cuando tecleamos en redes sociales, sin darnos cuenta que ninguno de nosotros maneja todas las variables.
Guatemala está sumida en una espiral descendente desde hace décadas. Los políticos malos, que son la mayoría, oportunistas aprovechados y ladrones, han hecho de Guatemala su banco, su guarida. Y el pueblo, se los hemos permitido. Y por más que vino hasta un ente abusivo de fuera a supuestamente limpiar la casa, no se limpió nada.
Vean a Gustavo Alejos casi libre. El colmo. Hasta para meter gente corrupta a la cárcel lo hicieron con los pies. Sin fundamento legal, retorcido y manipulado, y ahora tendrán que dejar salir a los que no tengan un caso bien sustentado. No es suficiente con que todos digamos que alguien es culpable, debe ser vencido en juicio con pruebas contundentes. Eso es lo que nos diferencia de una dictadura.
La gente se bebió la cantaleta de la corrupción, pero no se puso a pensar en la raíz del problema.
Ha sido tal la lavada de cerebro -que es un mal exclusivo de Guatemala-, que la gente aceptó que se combata con más corrupción. Y así, aplaudimos como focas que jueces corruptos metieran en prisión preventiva a gente que no tiene nada que ver, entre unos cuantos que sí son culpables, para justificar el dinero que entra a las ONGs que se dedican a ese negocio. Mientras más presos, más dinero le entraba a Cicig* y más les entra a los parásitos oenegeros.
Los puertos en Guatemala son el foco principal de la famosa línea que JAMÁS DEJÓ DE OPERAR.
Los mismos diputados corruptos como Estuardo Vargas siguen teniendo contratos de telecámaras, rampas etc que obtienen a dedo pagando sendas coimas o torciendo el brazo al funcionario de turno. Gustavo Alejos sigue teniendo tentáculos ahí como los tienen otros pseudo empresarios.
Los vistas de aduanas se hacen de la vista gorda cuando se los indican, algunos hasta reciben paga por mirar para otro lado, y cuando no les pagan, hay muchos que usan su poder discrecional para extorsionar al importador. Ah, pero la SAT va contra el importador y no contra su propia red de gente putrefacta y corrupta que son los ladrones número uno. Foppa por ejemplo, llegaba al colmo de decirle a los empresarios que de algo los tenía que acusar para llegar a su cuota de recaudación. Eso es un delito. Obvio, qué empresario lo iba a denunciar cuando era niño bonito de la Embajada de Estados Unidos.
Mientras no haya una tramitología lógica y reducida, y se acabe la discrecionalidad burocrática, la corrupción en esto jamás va a desaparecer.
El otro abono de la corrupción es el miedo. Miedo a que los señalen, miedo a que les quiten su visa, miedo a no perder su estatus porque tener visa es “de caché”. Por miedo, no se denuncia, no se declara, no se alza la voz, no se demuestra, se esconde, se calla y se apaña. Eso es no tener visión de país.
El otro abono de la corrupción, efecto principal del problema, lo constituyen la apatía, la indiferencia y la miopía de nuestros líderes de varios sectores.
Durante los tiempos de la guerra, los empresarios se unieron a los militares para combatir a la guerrilla porque tenían visión de país. Sabían que una Guatemala bajo el comunismo, como Cuba, sería un desastre. Lucharon unidos para salvarla de eso y gracias a su esfuerzo hoy somos libres, incluso para manifestar resentimiento y odio hacia el empresariado y el Ejército en redes sociales. Lástima la descendencia de muchos de estos líderes no comparten ni la visión ni la gallardía de sus padres y abuelos.
Todos tecleamos a diario vociferando en redes y criticando a diestra y siniestra. “La política es sucia”, “los políticos son todos corruptos”, los diputados son tildados de toda clase de improperios. Pero ¿Cuántos de ustedes que teclean y hablan, se piensan proponer para hacer el cambio?
Si gente buena no entra en política, se expone a que le bajen el cuero y limpien el piso con su nombre, esto jamás va ha cambiar. Algunos ya aceptamos el reto y tenemos la conciencia limpia que al menos una vez lo intentamos. Pero ¿Y usted que lee esto y critica, piensa hacer algo por su patria, su familia, su futuro?
¿Queremos mejores opciones para la próxima campaña?