En siglos pasados, incluyendo desde el milenio anterior, el abuso y la corrupción ya existían. Existió en el antiguo Egipto, en el Imperio Romano, en el Persa, en las tribus asiáticas y europeas, y en el mundo maya, inca, azteca. Ha existido en todas las culturas y en todos los continentes.
Antes, un hermano mataba a su hermano para acceder al trono. Hijos asesinaban a sus padres por el mismo objetivo. El poder religioso era el más cercano a la realeza, seguido del militar. Llegar a la cercanía del regente era difícil y complejo fuera en la civilización que fuera. ¿Porqué la similitud? Porque en todo el planeta el ser humano se comporta de la misma manera. Es generoso o mezquino, valiente o cobarde, ético o corrupto, irrelevante de la lengua que hable, como vista, a quién le rece, o que color de piel tenga.
Según un estudio de la Universidad de Berkeley, en el Imperio Maya, el secuestro de personas de la realeza para pedir rescate, o para debilitar posiciones contrarias de familias rivales, era común hace 1500 años: https://www.sciencedaily.com/releases/2019/08/190805143527.htm Eso sería juzgado como acciones corruptas y criminales hoy en día. Las personas no subían de nivel en los imperios antiguos. Si nacía campesino, moría campesino y su única oportunidad de mejorar era por vía del Ejército o si poseía alguna habilidad extrasensorial que le sirviera para justificar poderes mágicos.
No existía igualdad ante la Ley. Las autoridades reales eran las únicas autoridades. Militares, sacerdotes o campesinos trabajaban todos para la realeza. Y lo mismo aplicaba en todos los imperios, sin excepción.
El imperio Inca era una burocracia cerrada, concentrada en unos pocos, que se basaban en la cosmología andina para gobernar. Famosa la rivalidad entre el príncipe Huáscar y su medio hermano Atahualpa que culminó con éste asesinando y robando toda su fortuna a Huáscar. Cuando Huáscar huyó con lo que quedaba de sus tropas ante la victoria de Atahualpa, fue obligado a presenciar el asesinato de su familia incluyendo hijos pequeños, de sus amigos y correligionarios. Eso hoy día, ¿Qué sería?
(Fuente, Enciclopedia Británica https://www.britannica.com/biography/Huascar-Inca-chieftain)
Famosas las traiciones y rivalidades en la realeza europea. Llegaron al colmo de casarse entre hermanos para preservar el poder, aunque los hijos les nacieran con severas deformaciones y taras. Carlos II de España fue uno de los monarcas con sangre más “pura” porque ambos lados de su árbol genealógico era el mismo. En la era moderna, eso sería causa de prisión y condena general. De esa costumbre deriva por ejemplo, la famosa mandíbula de los Habsburgo, que era más que prominente. https://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-7739531/Centuries-inbreeding-European-royals-caused-deformity-known-Habsburg-jaw.html
Asesinato, extorsión, secuestro, incesto y demás perversiones eran diario vivir en la realeza europea. En Egipto, durante el imperio, se daba lo mismo.
En la era moderna, se ha repetido la historia entre las familias dueñas del mundo. Los Rothschild, por ejemplo, tienen varios matrimonios entre primos en primer grado. Contrario a la ciencia, han producido hijos aparentemente normales. Igualmente los DuPont en Estados Unidos. Charles Darwin y Albert Einstein se casaron cada uno con una prima en primer grado.
No es de extrañarse que en este Siglo XXI, los europeos y los estadounidenses vengan a América Latina a hablar de división de razas, aduciendo desigualdad, y vean el aborto como solución al incesto que no critican.
La realidad es pues que el mundo de hoy es un mundo mucho más parejo que el de antaño. Hoy en día una persona pobre puede llegar a Presidente de una República, y no necesariamente debemos mirar sólo a los comunistas de Venezuela o Bolivia como ejemplos. El consumismo en sí ha servido para emparejar a las poblaciones más que en siglos pasados sobre todo porque una masa pobre no puede comprar y consumir lo que las élites producen.
Sean élite respaldadas por la sangre, la fortuna, la fama o el poder, todas buscan lo mismo que buscaban los seres humanos en su posición en siglos anteriores: riqueza y poder. Si no lo creen, vean a Hollywood, a los Clinton, a los Obama, los Chávez o los Kirchner y otros, ricos a costa de las masas que aducen proteger.
Y sin embargo, aún con los miles de retos y problemas que la civilización occidental aún enfrenta, el mundo sin duda ha avanzado.