La revista The Economist sacó recientemente un resumen de cómo ven ellos la realidad del futuro. Basó su visión en la opinión de más de 50 “expertos” que con sus respectivas bolas de cristal vaticinan y describen el futuro inmediato que se nos viene a todos en el mundo occidental. Más parece la lista de deseos de los promotores del Nuevo Orden Mundial.
Según ellos, ya prácticamente nadie irá a trabajar a una oficina, todo se hará desde casa. Todo será en línea. Eso significa que a criterio de estos genios, los edificios de oficinas deberán mutar a edificios de apartamentos o desaparecer. Los centros de convenciones y centros comerciales, igualmente serán obsoletos. Si bien eso puede ser verdad en algunos rubros, incluso en Estados Unidos, ya han vuelto al trabajo presencial en muchas de sus urbes.
Habrá un enorme desempleo en todo el planeta porque la tecnología sustituirá a la gente. Sus bolas de cristal no indican qué sucederá con todos esos desempleados. Las máquinas sustituyen al empleado y al jefe. Va por resultados y se puede contratar a quien uno quiera desde cualquier parte del planeta. Quizás por esto las tácticas de reducción de la población mundial. Prevén desempleo que redunda en auge de criminalidad y migración ilegal.
La interacción humana, según ellos, será virtual en su mayoría. Hablan incluso de que la gente dejará de ir a las iglesias o templos y que casi todo será virtual. La depresión crónica ha aumentado a nivel mundial con la plandemia. Sabemos que la ideología progresista promueve la eliminación de toda fe, así que iría en línea con el vaticinio del mencionado medio.
Vaticinan una gran migración hacia las áreas rurales o suburbios aledaños a las grandes ciudades porque la gente trabajará desde su casa y preferirán estar más cerca de la naturaleza. En América Latina, las grandes ciudades tienen favelas enormes de gente que no puede darse ese lujo. A diferencia de Washington-DC, por ejemplo, dónde las personas de mayores recursos están volviendo a las afueras de la ciudad por la delincuencia y el auge de la indigencia.
La famosa “privacidad” tendrá un alto costo. El manejo de datos es un gran negocio pero vaticinan pago de suscripciones para proteger los datos personales. Las masas somos adictos a las redes sociales. En países como Guatemala, que tiene aproximadamente 18 millones de personas, hay más de 20 millones de celulares activos porque incluso hay gente que tiene más de uno. Fácilmente se puede ir al interior del país y ver personas de muy escasos recursos con un celular en la mano.
El proceso de socialización del individuo que inicia desde temprana edad se verá alterado drásticamente ya que los niños y hasta la edad adulta se educaran en un esquema híbrido con énfasis en lo virtual. Los títulos tendrán peso cuando se trate de puestos de alto nivel. Si ya hay un problema de comunicación entre los millennials y los baby boomers, que sucederá en el futuro con las generaciones Y y Z.
Prevén que la atención a los enfermos sea virtual y que habrá menos enfermos por el énfasis mundial a la limpieza. Virtual… si usted no sabe describir sus síntomas o hay algo que no “salta a la vista” vea que hace. Dudo que esto se realice.
Se acabaron los “domingos al mall” porque los centros comerciales serán obsoletos. Las compras se harán en línea. Todas las plataformas digitales ofrecerán alternativas para hacer las compras en línea. No creo que las personas en nuestras sociedades se aíslen por completo. Ya estamos viendo el retorno de los centros comerciales precisamente porque la gente ve más allá de lo que los medios reportan, y se dan cuenta que el mentado virus no es lo letal que nos hicieran creer.
Todo lo referente al reciclaje y al cuidado del medioambiente tendrá gran énfasis. Esto es positivo. Partiendo de educar a las masas indígenas y en las zonas rurales para un mejor manejo de la basura y de los desechos de toda índole. Veamos el problema que existe de desechos de Guatemala contaminando las aguas caribeñas de Honduras.
La censura aumentará para callar lo que los grandes medios determinen como “fake news”. Esto no es nuevo, sólo lo volverán más eficiente y por ende, agresivo.
Estiman que el consumo de productos internos y naturales aumentará, cosa que aplaudo. Pero no considero que sea absurdo pensar que el mercado de productos de alto nivel, o de lujo, van a desaparecer luego de años en que se ha incentivado el desarrollo de un paladar sofisticado del consumidor.
El Economista está promoviendo el Gran Reseteo Mundial. Su éxito depende de que personas como usted y como yo bajemos la cabeza y lo aceptemos.