La época de opinar y disentir, ha terminado. Si en el otrora bastión del mundo libre pueden hacer todo para callar a un empresario cómo Mike Lindell, dueño de My Pillow, empresa creadora de artículos para dormir (almohadas, y otras cosas) de excelente calidad, y llegar a tratar de acabar su empresa, qué podemos esperar los comunes mortales. Su pecado fue cuestionar la elección.
Ya la psicótica congresista de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) está exigiendo que se cree una comisión en el Congreso de los Estados Unidos dedicada a la censura permanente de los medios para ver que se les permite decir y que no. Esa psicópata, al igual que todos los que la apoyan, alegan que quieren proteger la democracia del fascismo, y son los primeros fascistas en todo.
¿Sabía usted que Mussolini, el creador del Fascismo Italiano, estableció una comisión en 1929 para amordazar a los medios? Aduciendo que no atentaría contra la libertad de expresión, colocó a otro enfermo mental, Alfredo Rocco, como vigilante para que no se publicara nada contrario a lo que Mussolini decidía que era de interés nacional, incluyendo la estricta fidelidad a él.
Otra similitud entre Mussolini y la sociópata congresista, es que ambos se auto describen cómo transformadores de ideas innovadoras, transformadores de cambio. ¿Suena familiar?
¿Cuáles son las herramientas de la famosa congresista y sus secuaces en USA? Además de la lobotomía cerebral de cuanto periodista se ha o vendido o convencido de su retórica, ella y todos los de su gremio hablen inglés o español cuentan con el apoyo irrestricto de los mamuts del internet. Desde FB (no pongo el nombre porque los algoritmos los rastrean, pero se entienden), a Twtr, Ggl, Amzn, etc han clausurado de por vida a las principales voces que disienten con su retórica.
Les importa poco y nada que esas voces tengan millones de seguidores. Les importa poco y nada que la mitad de los habitantes de ese otrora bastión del mundo libre concuerde con ellos. Tienen el monopolio porque controlan el Internet. Así de sencillo.
La pregunta que cabe es primero, hasta donde los vamos a dejar que lleguen. Segundo, si los que hoy se creen semidioses en nuestras sociedades creen que podrán controlarlos, mangonearlos, gobernarnos y callarlos.
Esos medios son una de las principales herramientas en la lucha de la Administración Biden por promover, o imponer, sus principios en sociedades conservadoras como Guatemala.
Ahora, tenemos a la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID) tratando de promover políticas eminentemente divisorias entre razas y etnias, con un plan para incentivar el aborto y la ideología de género, en todo el Triángulo Norte. Me pregunto si los ciudadanos, que claramente nos opusimos a las nefastas reformas constitucionales vamos a elegir el silencio, o nos vamos a pronunciar en contra de esta nueva amenaza a nuestra identidad conservadora.
Samantha Power propuesta cómo jefe de USAID es una Demócrata graduada de la Universidad de Yale y Harvard (o sea, bien adoctrinada), de origen Irlandés, que además de ser periodista de formación y activista de derechos humanos por pasión, ha ocupado cargos prominentes durante la Administración Obama-Biden. Fue funcionaria del Consejo Nacional de Seguridad, Embajadora ante la ONU, y fue corresponsal en Bosnia. Ganó un Premio Pulitzer por su libro sobre el genocidio en la antigua Yugoeslavia. Es sumamente cercana a Obama, ha sido su asesora para política exterior por años.
Globalista, sostiene que la soberanía se pierde ante las atrocidades en derechos humanos. Cómo buena progre, promueve la agenda LGBTQ al 100 por ciento.
Se auto proclama idealista. Y por su carrera, es obvio que se piensa cómo paladina de los derechos humanos. Serán por ende 4 años de duro intervencionismo en el Triángulo Norte, para el cual Biden ha pedido 4 billones de dólares en ayuda a las organizaciones no gubernamentales. No nos extrañemos pues de que USAID fomente el conflicto racial, aduciendo defensa de los derechos humanos. Me gustaría ver que propongan que en USA les devuelvan todo el país a las tribus que lo habitaban antes de que al igual que aquí con la conquista de los españoles, los europeos que conquistaron ese país les quitaron la gran parte de su tierra a las más de 574 tribus que aplastaron durante su conquista.
Esperemos que ese dinero al menos mueva la economía, porque seguro habrá más carros de lujo blindados y casas de lujo bien pagadas por los oenegeros que tendrán dinero para tirarlo para arriba.
Y de la mano con gente como AOC, hasta criticar o cuestionar a estos actores o sus políticas será pronto prohibida. Y ¿nos la vamos a calar?