- Millones de niños y jóvenes han sido condenados a perder años de estudios escolares, técnicos y universitarios, porque el Consejo de Ministros, el Ministerio de Educación y el gobierno decidieron hacerlo, inventando la excusa de la pandemia, cuando no existe ni existió ninguna evidencia de grave riesgo en su asistencia a clases y además, alternativamente, no se implementó ningún protocolo -hasta ahora- para habilitar la presencia de los estudiantes, sus maestros y personal operativo o por lo menos, para brindarles elementos de apoyo en la continuidad de sus labores académicas.
- Por eso, la pérdida de la secuencia educativa no es sólo un año en el aire, sino que recuperar esa secuencia y volver a darle la frecuencia mínima que tenía, significa por lo menos dos a tres años de inversión educacional, sin tener en cuenta que no existen programas y planes de enlace para lograrlo. No es como prender el motor de un vehículo apagado por meses de meses, se trata de seres humanos condenados por el gobierno a un aislamiento innecesario.
- Se dijo, como muchos otros anuncios, que se dotaría de implementos educativos a cada uno de los estudiantes, pero no se ha entregado ni una sola computadora o laptop, no se han garantizado las conexiones a internet, no existe ninguna dirección educativa que signifique “aprender a usar los sistemas de cómputo”; el 80% de los estudiantes de instituciones públicas y el 65% de los pertenecientes a instituciones privadas, no tienen, individualmente cada uno de ellos, equipos de cómputo. El 60% en sus hogares no tienen conexión segura y estable las 24 horas del día a internet. El 80% de los maestros, profesores, educadores, autoridades institucionales del sector, en el ámbito público y privado, se encuentran en esas mismas condiciones negativas y la respuesta de los gobernantes es ilusionarlos, mentir y hacerles perder la esperanza. La educación, no le importa a los que gobiernan.
- ¿Cómo enseña un Maestro sino tiene los elementos mínimos para hacerlo? ¿Qué plataformas les han sido entregadas? ¿Quién enseña al que educa? ¿A cuántas universidades les han pedido que apoyen en la rápida, prioritaria y urgente educación y desarrollo de habilidades magisteriales en sistemas de información y de comunicación? ¿Es el Sindicato un motor de propuestas para darle valor a alguna propuesta que fortalezca los conocimientos y entrenamiento de sus agremiados en el uso de equipos de cómputo y dictado de clases de forma virtual, secuencial, con la frecuencia intensa del día a día? ¿Por qué no se usan -por los educadores, con los protoclos sanitarios exigidos- las instalaciones e infraestructura de los colegios, academias, universidades, institutos, en una muestra de poner en sus manos justamente los equipos, ambientes y recursos necesarios para tratar de mantener la secuencia educativa y sus propias capacidades de aprendizaje y entrenamiento en favor de los estudiantes?
- Los maestros en sus casas, encerrados; los niños, los jóvenes y los demás estudiantes, en sus casas, encerrados. ¿Así se puede educar y así se garantiza aprender?
- De todos los crímenes cometidos bajo la excusa de una pandemia que no se supo afrontar con energía, valor, transparencia, convocatoria y honestidad, el daño efectuado en la educación es un tema que para reparar y recuperar, demorará por lo menos dos a cuatro años y, en el mapa de las oportunidades, los niños, los jóvenes, los padres de familia y los maestros, han sido borrados por el gobierno.