Es un poco extraño cuando te dicen: “si te puedes endeudar, hazlo ahora”. Y entonces a reflexión seguida uno piensa ¿Y porqué no me aconsejas qué hacer en vez de hipotecar mi presente, mi futuro, el de mis hijos, de mis nietos, de mis bisnietos y tal vez de los que vengan después? ¿Por qué decides por mí, si se trata de mi vida?
Se los comento a raíz de una nueva emisión de los famosos Bonos Soberanos -que de soberanos no tienen nada- por si acaso, porque de inmediato ha comenzado una defensa irracional del endeudamiento a cien años, tomen nota por favor, es una deuda a cien años y como siempre es, las deudas más largas, son las más costosas.
Nadie se atreve a decir que el nivel de las decisiones del pasado no dan margen de maniobra, por ejemplo. Yo aceptaría en parte esa justificación, pero… ¿Adquirir una deuda a cien años no significa dejar de tener margen de maniobra también, o es que se busca caer en el juego de los operadores financieros que ven siempre en los Bonos la caja grande sus futuros personales?
Veamos varios asuntos en juego:
- El Perú ha efectuado la mayor tasa de expansión de deuda interna en el mundo hasta el momento.
- Si el crédito es deuda, verifiquen las cifras de crecimiento de deuda por ejemplo, en septiembre, de 14.1% frente al año anterior.
- Reactiva ¿No es deuda privada con garantía pública? ¿Entonces, si no pagan los deudores, pagan los ciudadanos y sus familias? Así es, así va a ser.
- Otra, el incremento del circulante, la liquidez en moneda nacional creció 35% ¿Con qué respaldo?
- Las personas están agotando sus ahorros y lo que pueden convertir en dinero a la mano para seguir alimentándose, para educarse ellos y sus hijos, para medicinas que el seguro social o el ministerio de salud no les proveen, para enterrar a sus muertos…
- En el mundo, para no hablar sólo de nuestra patria, de dos mil millones de personas con ahorros, el 70% ya los ha agotado, entregado a cambio de, han desaparecido por hambre en la mayoría de los casos y por deuda, como segundo nivel de angustia.
- Tres de cada cuatro empresas informales han desaparecido.
Una pregunta que hizo Hernando De Soto y que nadie debe escabullirse en la respuesta es: ¿Qué se hace para inspirar en la esperanza, para levantar de nuevo a los pobres del mundo?
¿Más deudas, más años, eternamente? No, eso no.