Esta semana en particular, han comenzado una serie de ajustones en diversos flancos a distintos medios digitales de oposición a la corrupción: temas tributarios, municipales, mensajes de “amigos” preocupados, en algunos casos notificaciones de índole muy extraña, repetidas intervenciones policiales injustificadas cuando uno maneja su auto por las calles de la ciudad, llamadas intimidantes y de las que pretenden intimidar con prolongados silencios y constantes repeticiones, vehículos sospechosos estacionados cerca de casa, con gentes de corte típico “militar” y esas casacas negras tan usadas en toda temporada, el heladero que nunca se vió existir o el botellero que jamás pasaba, en fin, los personajes se repiten, la escenografía la misma, los temores ninguno, pero la denuncia, oportuna.
¿Cómo así un pequeño medio de comunicación virtual, el primer diario móvil de opinión del Perú como nos dicen unos colegas españoles cercanos en ideas y parece en el ritmo por la prensa diferente, como la de antes tal vez, cómo así somos tan incómodos ,si no somos casi nada? O quizás ¿Ahora somos algo más que nada?
La Coordinadora de Prensa Digital del Perú existe amigos y no amigos del gobierno, sino lo sabían, les informamos. No somos pocos y no tenemos que pedir permiso para constituirnos, ni para expresar nuestras opiniones. Somos más de lo que les han dicho y nos comunicamos más de lo que nos chuponean.
Y por eso, desde #MinutoDigitalPerú expresamos cada día nuestra voz y la de los que nos acompañan con sus ideas, propuestas y preocupaciones:
Opiniones que dan lugar a conversaciones,
conversaciones que dan lugar a reflexiones
y reflexiones que dan lugar a más opiniones.
Ese movimiento no se rompe, como ocurre cuando van a la dirección de un periódico impreso que se hunde en la bancarrota porque ni se lee, ni se compra. En cambio aquí, en las redes, es bien complicado ofrecer dinero de la corrupción a los que viven de su trabajo.
Si en una forma u otra ya “compraron” los medios tradicionales, con las redes sociales no se atrevan amiguitos del gobierno, así no juega Perú.