El 31 de octubre, hace apenas una semana, un grupo de violentas feministas vandalizó la Catedral de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, en un acto que ha generado indignación en la comunidad católica así como la inmediata solidaridad de todas las iglesias de esa nación.
“Vinieron preparadas con pintura y pancartas pero no sólo para protestar a la puerta de la Iglesia, sino0 que con pintura en aerosol pintaron la Iglesia”, dijo sollozando una de las mujeres indígenas junto a más de una veintena de miembros de su colectividad pastoral.
Comentó que cuando vieron que las manifestantes interrumpieron el acto religioso, profieriendo gritos e insultos sin ninguna justificación, se notó que querían dañar las paredes pintando el interior de la iglesia, y por eso decidieron confrontarlas primero con palabras de Paz y llamados a la reflexión y el diálogo, pero las agresoras estaban enfurecidas y llenas de odio, entonces comenzaron a empujar a varias señoras que estaban orando de rodilas y se notaba que iban hacia actitudes de más violencia.
“Estábamos en la primera misa y como nadie reaccionó de inmediato -y vimos que traían bolsas oscuras- corrimos y sacamos nuestros fuetes para defender a la iglesia de las cosas malas que estaban pasando”, dijo una mujer indígena católica a los medios locales.
Cuando se le preguntó cómo expulsaron a las feministas, la mujer mostró su fuete y dijo: “Con esto y así haremos con toda la gente que viene a faltarle el respeto a este lugar, a hacer cosas malas, porque esa es la costumbre». Los fuetes son usados por las mujeres como una tradición y medio de defensa.
Otra indígena que ayudó a expulsar a las violentas feministas enfatizó que, con los fuetes, “haremos respetar a nuestra Iglesia y a los fieles. Eso nos enseñaron nuestros padres cuando éramos pequeñas ”.
“Y así nos vamos a hacer respetar, para que sepan cómo es aquí en Santa Cruz y en toda Bolivia”, concluyó.
La violencia y los atentados contra las iglesias parecen ser un método de intimidación de agentes del gobierno comunista que no cesa de buscar enfrentamientos para imponer su nefasta ideología.
Después de que un centenar de personas vandalizase la sede de la Conferencia Episcopal de Bolivia en La Paz y unos días después asaltasen la catedral de Santa Cruz de la Sierra en plena misa, nuevos ataques feministas han sacudido los templos católicos del país exigiendo la despenalización del aborto y el cese de las autoridades eclesiásticas en su ayuda a una menor embarazada tras una violación.
Además, en la Arquidiócesis de La Paz, la Basílica María Auxiliadora y la parroquia Señor de la Exaltación fueron pintadas con frases ofensivas.
Otra de las iglesias recientemente atacadas fue la de San Francisco, en Santa Cruz, que fue igualmente vandalizada y pintada por grupos feministas con consignas plenas de intolerancia.
Un nuevo ataque tuvo lugar en la catedral decimonónica de San Lorenzo, en el que algunas integrantes del colectivo feminista “Mujeres Creando” irrumpieron en el templo durante la celebración de la misa.
Lejos del discurso laicista que dibuja a las indígenas como opositoras a la Iglesia, es de resaltar la valiente actitud de un grupo de mujeres del pueblo guarayo que defendió el templo de las agresoras.
Redacción, Gaudium Press, Religión en Libertad y Dante Rodríguez, corresponsal en La Paz por MDP #MinutoDigitalPeru
Fotografía: Momento en el que feministas de la organización “Mujeres creando” atacan la catedral de Santa Cruz y mujeres indígenas defienden la Iglesia.