Tras la sentencia contra el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a 26 años de prisión y la expulsión a Estados Unidos de 222 opositores al régimen del presidente Daniel Ortega, los obispos europeos se unieron a los episcopados latinoamericanos y al papa Francisco para expresar su solidaridad con la Iglesia en Nicaragua.
El prelado nicaragüense fue condenado la semana pasada por la Corte de Apelaciones de Managua por traición a la patria, atentar contra la integridad nacional y difundir noticias falsas, tras negarse a ser expulsado junto con los demás presos políticos, y actualmente se encuentra recluido en la cárcel de alta seguridad La Modelo.
En un comunicado difundido este martes, el arzobispo Gintaras Grusas, de Vilnius, presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), transmitió su cercanía al pueblo y la Iglesia de Nicaragua, e hizo un llamado a todos los obispos para que informen a sus respectivos gobiernos acerca de una “grave violación del estado de derecho” en la nación centroamericana.
El prelado lituano señaló que, más allá de las denuncias oficiales de traición, amenaza a la integridad nacional y difusión de noticias falsas, los cargos contra el obispo Álvarez siguen sin estar claros: “Era imposible seguir el juicio en detalle para entender cómo se sustanciaron y probaron las acusaciones”, dijo, señalando también que la condena no se habría producido si el obispo hubiera accedido a salir del país con los disidentes políticos liberados y expulsados el 9 de febrero.
El presidente de la CCEE remarcó, además, que la Iglesia nunca ha querido otra cosa que contribuir al bienestar de los países en los que sirve. “Incluso en los momentos de mayor persecución, ha sostenido a los más débiles, consolado a los que sufren y dado refugio a los necesitados. También lo está haciendo en Nicaragua”, dijo.
El arzobispo Grusas, por lo tanto, instó a las autoridades nicaragüenses a “escuchar la voz del pueblo” y a tomar decisiones que permitan una transición pacífica en el país, que vive un conflicto social desde hace cinco años.
Finalmente, pidió “la liberación de los presos políticos, como muestra de buena voluntad para restablecer un diálogo que pueda conducir a una paz social justa y que permita la prosperidad del país”.
El comunicado concluyó asegurando que las Iglesias de Europa se unen en torno a la Iglesia en Nicaragua, Monseñor Álvarez y los sacerdotes actualmente detenidos.
En ese sentido, atendiendo el llamado del papa Francisco del domingo, el arzobispo Grusas llamó a los fieles a rezar por Nicaragua, pidiendo al Señor que “abra el corazón de los líderes políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y la amor, y se logra mediante el ejercicio paciente del diálogo”.
La declaración del CCEE sigue a varias declaraciones de apoyo y solidaridad con la Iglesia en Nicaragua por parte de conferencias episcopales de toda América Latina, quienes han calificado la sentencia contra Álvarez de injusta, arbitraria y desproporcionada.
Los obispos españoles también alzaron la voz expresando dolor y preocupación por “los obispos de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, que están sufriendo la persecución del gobierno por defender la libertad de su pueblo”.
El papa Francisco sumó su voz durante el Ángelus del 12 de febrero, diciendo que está rezando por monseñor Álvarez, “por los que fueron deportados a los Estados Unidos, y por todos los que sufren en la amada nación de Nicaragua”.+
Imagen referencial: El Obispo Rolando Álvarez fue cercado a inicios de agosto de 2022 por la Policía Nacional de Nicaragua, acusado de alterar la paz y la armonía de la comunidad de Matagalpa. (Foto: Diócesis de Matagalpa)