Es notorio, es parte de algo a lo que se nos quiere acostumbrar subliminalmente, a sorbos y empellones, se trata de una despiadada campaña de propaganda (no es publicidad, se denomina propaganda) a la millonaria inversión en mensajes repetitivos, constantes y frecuentes, referidos a supuestos derechos que se presentan ahora como exigencias sobre lo natural, lo correcto, lo humano inclusive.
¿Puede haber algo que se sobreponga a la Vida para justificar el asesinato de un niño por nacer, por ejemplo? ¿Puede alguien encabezar un discurso que denigre a la Familia constituida por un padre, una madre y sus hijos? ¿Alguien puede ser tan miserable o despiadado que haga de su lenguaje una permanente ofensa al amor hacia su propia Mamá? ¿Es posible que se escuche decir “odio a Dios” y a la vez, esa misma alma diga que es atea y que no cree en la existencia de Dios? ¿Odia lo que niega que existe, como su Mamá, su Familia, Dios, la Patria, el Amor? ¿Estamos en un país que se inunda de acomplejados, odiadores y resentidos que hacen de la agresión verbal el inicio de una agresión física, incluso sobre nuestras vidas?
Ya no son amenazas, ya no son palabritas sueltas. Se han desvestido los cobardes de ayer, para transformarse en las bestias del ahora, alimañas que no van a escatimar ningún delito contra un bebé por nacer, hacia una mujer en gestación, hacia un padre de familia que defienda la educación en Libertad para sus hijos. Por eso insultan, denigran, se burlan. Vamos a darles por eso mismo, algo de su propia lengua viperina, ¿O creen que hay que dar la otra cara? ¡De ninguna manera! El rostro de la bondad y la tolerancia tuvo su tiempo, ahora giramos al rostro de la respuesta y la intolerancia frente sus agresiones.
Los que nos atacan, los que nos quieren eliminar –esa es la palabra-, vienen con una bandera de muchos colores para reemplazar a nuestra propia Bandera nacional, vienen con historias plagadas de mentiras y odios, para desterrar las extraordinarias páginas de nuestra formación ancestral, cultural e independentista. Quieren borrar la formación cívica pretextando que la depravación es parte de la libertad, exceptuando sus aberraciones -como la pedofilia o la pederastia- porque para ellos son alimento de libertinaje (pero dicen que es libertad). Y así todo lo envuelven, trastocan y reconvierten en palabras nuevas que descomponen la racionalidad y la identidad de cada persona.
Eres, o mejor dicho, “serás lo que te imaginas y podrás serlo de otra forma otra vez”, cada vez que lo desees, negando tu integridad, naturaleza, composición y existencia misma. Hoy serás mujer, en la tarde te sentirás gato, mañana te apreciarás como un tubo, tal vez en la noche sentirás que eres una mezcla de aves de corral… tu autopercepción te hará hombre un minuto, trans lesbiano en otro minuto y bisexual o cuatrisexual dentro de un día más y hasta podrás inventar lo que te percibas (pliriplátano, gartepinso, otiuco, crimisodomita, tarjatentero, chespisemen, faraflujo). Todo eso se llama el “desorden Mundial” y es solamente el inicio de la generación del caos, “caos del cual surgirá el nuevo orden” de la imposición sobre las libertades.
Esto es una especie de mezcla de marxismo-leninismo con utopías anti religiosas y materialismo dialéctico, o en otras palabras, pura mierda.
No es casualidad que un acomplejado productor de programas de TV –copiador de programas de TV en realidad-, cuya escandalosa vida ha ido en péndulo de sus complejos y odios, se haya puesto a insultar casi a diario el origen de la maternidad, la vida, la Familia y la Fe en Dios.
Dice el roedor gris, el batracio oscuro, el marsupial atorado, que no existen las Mamás y que la palabra Mamá es una imposición; dice el protozoario taciturno, la ameba prostituida, el infértil por castigo, que los hijos son seres humanos a partir del nacimiento, luego del embarazo -no antes-, pero sus hijos adquiridos comercialmente, ¿Acaso no fueron concebidos en una Mujer que alquiló su vientre para el embarazo? ¿Qué clase de prueba atómica o lastre químico fue fertilizado? ¿Las ecografías de los hermosos bebés que estaban protegidos en su desarrollo dentro del cuerpo de su Mamá, no eran seres humanos acaso? ¿Los de él sí, los de los demás no?
Hipocresía caviar, manipulación extremista, resentimiento farandulero, odio por figuración, miseria absoluta de la fama que les da algo, para destruir luego todo. Eso, “es eso” que si les dices seres humanos se molestan, que si le dices “hombre” o “mujer” se molestan, porque en ese instante se percibe como una flor o un algodón rosado, siendo en realidad, puro excremento o pura mierda.
¿Les molesta lo que he escrito? Prepárense para lo que viene, esto es solo el inicio de la defensa radical, total, absoluta y continua de nuestros principios. Y lo haremos de nuestra manera, a nuestra forma, sin pedir permiso para responder el agravio, sin solicitar autorización para saber si las palabras que decimos “les gustan o les disgustan”. Nadie nos va a imponer “un diccionario de lo correcto” cuyos autores son los pelotudópolus de la TV.
Ejercemos nuestro Derecho a la defensa de la Libertad y tenemos el armamento de nuestra integridad. No les tememos, ostras, mariscos, pedófilos, abusadores, violadores y acosadores de la izquierda, no les tememos.
Imagen referencial, en redes sociales, “cómo identificar a un pederasta / pedófilo”