Desviar la atención de grandes masas ciudadanas sobre los hechos que ocurren a diario, es una tarea bien estructurada, no se contrata de la noche a la mañana, no existe un solo programa de ejecución, se requiere talentos demostrados y manejo de escenarios complejos y diversos. Todo eso, manipulación de conciencias y uso de la verdad y la mentira, sólo se puede activar cuando suben o bajan los grados de incertidumbre, afirmación, rechazo, menosprecio, adherencia o indiferencia en relación a los riesgos que refleja un poder, en este caso, el gobierno.
Por ejemplo: “no pasa nada, no hay ninguna amenaza, todo era puro cuento”, “es un idiota, hace tonteras, ni habla, no hace daño”, “es inofensivo, podemos hacer negocios, es barato conversar con esta gente”.
Esas tres frases van de la mano con la creación de “un impacto que se siembra” en la mente del ciudadano. Así, en verdad no está pasando nada (para ti, en ese momento que lo percibes, en unos segundos de tu vida) sin embargo, la economía familiar sigue siendo blanco todos los días, a toda hora, de los efectos del incremento de los precios, ¿O no te diste cuenta que el año 2021 subió la gasolina 46%? ¿Que el gas que se usa en casa aumentó su precio en 51%? ¿No has revisado tus pagos por eso que se llama “débito automático” referido a lo que estás entregando de tu dinero cada mes por electricidad o agua potable que en promedio han subido más de 10% y además, estás pagando por hacer trabajo virtual mientras te cobran impuestos para financiar a los ministerios, empresas públicas, gobierno y sus 1,6 millones de burócratas?
Otro ejemplo: El Estado, los innumerables edificios, oficinas, locales alquilados e instalaciones públicas existentes ¿Han estado funcionando al 100% como antes de la pandemia, que se suponía que lo hacían? No, ni siquiera al 30% ¿Porqué? Es bien simple, todos los presupuestos de entidades del Estado se han incrementado como nunca en la historia, pero no han funcionado, como nunca en la historia. Y viene la pregunta en consecuencia: ¿Para qué darles más dinero de nuestros impuestos si más del 60% de empleados públicos están en sus casas y todo el país siempre ha dicho y estamos de acuerdo que hay excesiva e improductiva burocracia? ¿Pagamos vacaciones de dos años de pandemia y les seguiremos pagando, entregando uniformes, zapatos, carteras, casacas, gorras, pañuelos, bufandas y bonos?
¿El país no despierta frente a estas evidencias? Es que nos encontramos en la gran manipulación de las masas, en un país que se ha teatralizado y deja en la otra escena, en la realidad oculta, temas como estos siete que resumimos y frente a los cuales el silencio de los partidos políticos, de la mayoría de gremios y colegios profesionales es increíble e injustificable:
- La impunidad frente a la destrucción de la amazonía
- El libre camino del contrabando en las fronteras
- La constante depredación del Mar de Grau por flotas pesqueras de China comunista
- El endeudamiento forzado con “bonos soberanos”
- La multiplicación de minicárteles del narcotráfico
- Un sistema de inteligencia que se fuerza para perseguir opositores políticos
- Captura política de los organismos electorales y judiciales
Y nos seguimos preguntando: ¿Un país se mide por el grado de estupidización de la sociedad, por su ablandamiento y por la sumisión creciente?
Ilustración referencial, Parque de las ciencias, Andalucía, España