SOFOFA es una Federación Gremial, sin fines de lucro, que reúne a empresas y gremios vinculados al sector industrial chileno. Agrupa a cerca de 4.000 empresas, 47 asociaciones sectoriales y 22 gremios empresariales regionales.
En este sentido, la SOFOFA Sociedad de Fomento Fabril ha emitido un documento que ponemos a disposición de todos los lectores -al ser un documento público y de interés no sólo para Chile- en el cual enfocan dos temas vitales: la recuperación Económica y el debate Constitucional.
Veamos la introducción a este interesante compendio de iniciativas muy bien definidas:
El propósito de SOFOFA es “impulsar juntos a nuestras empresas y gremios asociados, la evolución y el valor de las empresas del país y movilizar su aporte en la construcción de políticas públicas para que Chile sea un país más desarrollado, sustentable e inclusivo”.
La primera parte –“impulsar juntos a nuestras empresas y gremios asociados, la evolución y el valor de las empresas del país”- se expresa en el Decálogo de Evolución Empresarial que a su vez se profundiza en el documento de Evolución Empresarial que cada año actualizamos a partir de los aprendizajes compartidos con las empresas y gremios asociados.
La segunda parte –“movilizar su aporte en la construcción de políticas públicas para que Chile sea un país más desarrollado, sustentable e inclusivo”– lo hemos plasmado en dos decálogos asociados a dos procesos que con el legado de crisis económica, social y política que nos deja la pandemia, determinarán la posibilidad del país de enmendar el rumbo hacia un desarrollo integral, o bien, como tantos otros países, quedar en el camino: la recuperación económica y el proceso constitucional. En ambos procesos hay riesgos y oportunidades.
Y para que los riesgos se acoten y las oportunidades se desplieguen, se deben cumplir dos condiciones. Primero, es fundamental la activación en ambos procesos de la academia y de la sociedad civil organizada, la que, por supuesto, incluye al mundo empresarial a través de sus instituciones representativas.
Porque, en efecto, la diferencia entre los países que alcanzaron el desarrollo y aquellos que quedaron en el camino, radica en una sociedad civil organizada fuerte y activa en la esfera de lo público que sirve de contrapeso a las instituciones del Estado y de la política, lo que a su vez redunda en que éstas se desafían a evolucionar para aumentar su eficacia, fortaleza y legitimidad.
Esta reflexión es especialmente pertinente cuando tantas veces en nuestro país -desde la sociedad civil, desde la empresa y desde la academia– se traspasa toda la responsabilidad del estado actual de las cosas a la política, y peor aún, se le endosa el encontrar las soluciones.
Segundo, es imperativo asumir que son dos procesos con profundos vasos comunicantes. La pasividad en plantear reformas y políticas públicas para reactivar la economía atrasará la imperativa recuperación y profundizará la frustración ciudadana, la que a su vez se trasladará al proceso constitucional tensionándolo.
En el sentido opuesto, un proceso constitucional que se dé en un ambiente de polarización y violencia impedirá la construcción de acuerdos y, por lo tanto, aumentará la incertidumbre de los agentes económicos, quienes postergarán sus decisiones de inversión.
Por el contrario, un buen proceso constitucional es una condición habilitante para el despegue económico, y este mejorará las condiciones para desarrollar un proceso constitucional focalizado en lo que le es propio.
En este documento nos proponemos desarrollar ambos decálogos –el de Recuperación Económica y el Constitucional– como un aporte de SOFOFA al debate público, en un momento donde en él brillan por sus ausencias propuestas para la recuperación económica y contenidos para la nueva Constitución, procesos que marcarán el rumbo de nuestro país en los próximos 30 años.
A continuación, a modo de resumen, listamos las 61 propuestas incluidas en el Decálogo de Recuperación Económica y los 37 Principios o contenidos claves incluidos en el Decálogo Constitucional: