De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), en agosto último, el valor bruto de la producción agropecuaria ascendió a S/ 2,982 millones (a precios constantes de 2007). De este monto, S/ 1,722 millones correspondieron al subsector agrícola, lo que evidenció una caída del 6.5% con respecto al mismo mes del año anterior. El principal determinante de esta reducción sería el menor valor producido en departamentos como La Libertad; donde se perdieron S/ 97 millones con respecto a agosto del año pasado (-26.3%); y Lambayeque (- S/ 84 millones; -60%). A pesar de esto, el crecimiento en Cajamarca, que generó un margen de S/ 71 millones superior a 2022, contribuyó a mitigar esta caída.
La realidad es que las cifras vistas hasta el momento se han visto limitadas debido, en parte, a las sequias ocurridas al inicio del periodo lluvioso, que se producen entre los meses de septiembre y abril en nuestro país, con la mayor cantidad de precipitaciones durante el verano, entre enero y marzo (ver Semanario ComexPerú 1181). Desafortunadamente, la situación podría empeorar en el futuro de este año agrícola, teniendo en cuenta que se han sembrado 21,000 hectáreas menos de las que se tenía planteadas según las metas estimadas del Midagri para el primer mes; esta cifra equivale al 13% de la dicha meta.
Por otro lado, el Midagri informa que, en agosto de 2023, se cosecharon más de 172,000 hectáreas de superficie agrícola, lo cual representa un incremento del 9.8% con respecto al mismo mes de 2022. Estos resultados pueden parecer positivos a simple vista; sin embargo, es necesario revisar las condiciones con las que se cuenta para el futuro. En particular, este monto se vería perjudicado dado el menor volumen de siembras con el que se inicia esta campaña, lo cual derivaría en un desabastecimiento para el siguiente año.
EXPECTATIVAS PARA EL FUTURO DE LA CAMPAÑA 2023-2024 POR SIEMBRAS ACTUALES
De acuerdo con cifras del Midagri, el total nacional de la superficie agrícola sembrada con cultivos transitorios[1] en agosto de este año ascendió a 139,463 hectáreas, cifra que representa una disminución del 10.5% con respecto a agosto del año previo. Al respecto, el departamento que presentó una mayor caída en este indicador fue Ucayali, donde se perdieron 4,733 hectáreas de sembríos con relación al año anterior, y 2,296 de estas correspondieron al cultivo de yuca. Le siguen Lambayeque, con 4,186 hectáreas menos que el año pasado, lo que se explica por la caída del arroz (-1,033 hectáreas) y el maíz amarillo duro (-1,000 hectáreas); y Amazonas, con 3,151 hectáreas menos, por la reducción en las plantaciones de maíz amarillo duro (-894 hectáreas) y yuca (-865 hectáreas). Pese a esto, el desempeño en Piura contribuyó a contrarrestar este efecto, al sembrar cerca de 5,710 hectáreas más que en 2022 (5,530 de estas dedicadas al cultivo de arroz).
En relación con la superficie asignada para los cultivos transitorios, el principal producto sembrado fue el arroz, con 42,927 hectáreas dedicadas a su plantado en el mes de agosto. Otros cultivos importantes en este mes fueron el maíz amarillo duro, con 27,545 hectáreas, y la papa, con 22,979. Es importante destacar que la caída en las hectáreas sembradas de cultivos transitorios (-10.5%) también se puede explicar por pérdidas importantes en el cultivo de yuca, ya que se dejaron de cultivar 4,513 hectáreas con relación al mismo mes del año anterior (-29.5%). A esto le siguen pérdidas en el cultivo de maíz amiláceo (-3,550 hectáreas; -22%), maíz amarillo duro (-2,736 hectáreas; -9%) y papa (-2,644 hectáreas; -10.3%).
Luego de un primer vistazo a estos resultados y de cara a 2024, se considera también el riesgo por exceso de lluvias que pronostica el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres (CENEPRED) para el período noviembre 2023-enero 2024. Este exceso se extendería incluso a finales del verano 2024, como consecuencia del fenómeno de El Niño (FEN) actual, el cual tiene un 49% de probabilidades de ocurrir con un fuerte nivel de intensidad, según las últimas estimaciones del Estudio Nacional del Fenómeno del Niño (ENFEN). La implementación de políticas de seguimiento para el buen desarrollo de la campaña agrícola y la prevención para desastres que ocurren de manera recurrente son clave para mitigar el impacto del FEN.
[1] Los cultivos transitorios son aquellos que regularmente tienen un ciclo vegetativo menor a un año. De acuerdo con el Midagri, estos representan casi la mitad de la producción agrícola e incluyen la papa, el arroz, el maíz amarillo, la quinua, entre otros.