El relato de Jessica Luna, de ComexPerú, es en realidad el mejor alegato por la institucionalidad en un organismo del estado que debe ser fortalecido:
Finalizaba mi carrera de Economía en la Universidad Católica y emprendí la búsqueda de mi primer trabajo. Estaba convencida de que lo mío eran las políticas públicas y, en particular, la integración del Perú a la economía global. En la vitrina de la Facultad de Ciencias Sociales había un letrero que decía: “entidad pública convoca a recién egresados para trabajar en temas de comercio exterior”. Ese letrero cambió mi vida.
Ingresé al Ministerio de Industria, Turismo y Negociaciones Comerciales (Mitinci). Habían apostado por jóvenes a los que capacitarían y formarían para que, de la mano de profesionales con amplia experiencia en la Comunidad Andina, la OMC y el Aladi, impulsaran la apertura comercial del Perú y las negociaciones de los TLC.
En 2002 se logró la creación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que lideraría la política de integración del Perú al mundo impulsando la apertura comercial y el posicionamiento de nuestro país como destino turístico. La fortaleza del sector era su gente, un equipo humano comprometido, técnico y profesional, cuyo único objetivo era construir un Perú con más oportunidades. Tengo el orgullo de haber sido parte de ese grupo de profesionales a los cuales el Mincetur marcó y que nos enseñó que el Estado puede ser eficiente, honesto y estar al servicio de los ciudadanos.
Así, este ministerio se convirtió no solo en un organismo público en el que prevalecen la meritocracia y el profesionalismo, sino que lideró una política de Estado que trascendió cualquier Gobierno. Además, con una asignación de menos del 1% del presupuesto del Gobierno nacional, es responsable de dos sectores que representan más del 25% del PBI. Eficacia en el gasto y resultados extraordinarios fueron fundamentales para el crecimiento económico y la generación de empleo.
Las exportaciones totales se multiplicaron por siete en las dos últimas décadas y alcanzarán un récord histórico este año. El comercio exterior generó 3 millones de puestos de trabajo en todo el país, de los cuales 2 millones están relacionados con las exportaciones no tradicionales, el dinamismo de las exportaciones regionales y más de 40,000 mypes vinculadas al comercio exterior.
El turismo se convirtió en un motor de desarrollo económico y social descentralizado. La llegada de turistas internacionales pasó de 2.6 a 4.4 millones entre 2011 y 2019, mientras que el ingreso de divisas por turismo receptivo se incrementó de US$ 2,800 millones a US$ 4,700 millones en el mismo periodo.
Hoy, más que nunca, se requiere fortalecer el rol de Mincetur para recuperar el turismo, el sector más golpeado por la pandemia, y potenciar las exportaciones regionales al mundo. Ese es el camino para la reactivación económica y la recuperación de los empleos. No podemos retroceder ni destruir una institución que solo ha traído resultados positivos para el país.
Hoy todos nos unimos en defensa del Mincetur.