Históricamente, el capital siempre ha sido uno de los motores principales, si es que no el principal, del crecimiento económico. Datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) lo confirman, en especial en los últimos años, en los que ha representado casi todo el aporte a la variación del producto potencial.
Sin embargo, el dinamismo de la infraestructura, posiblemente la forma de creación de capital que posee el mayor impacto económico y social, no ha sido constante y ordenada en el país, ya que existen diversas realidades de cobertura y calidad entre los diversos sectores económicos y las diferentes zonas geográficas del Perú. A su vez, en términos internacionales, desde hace años, nuestro nivel de infraestructura está rezagado, por debajo de varios pares de la región y de los países más desarrollados del mundo. En respuesta, el Gobierno elaboró y presentó, en 2019, la brecha de infraestructura y el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC); la primera, una medida de las necesidades de infraestructura en el Perú, y el segundo, un reporte que contiene una lista de 52 proyectos priorizados en función a su repercusión en la economía, productividad y condiciones de vida de la población. Así, ambas herramientas representan la iniciativa más importante para ordenar y dinamizar la mejora de nuestra infraestructura. Bajo este contexto, realizar un monitoreo de estas herramientas es igual de importante, ya que se necesita conocer si se están cumpliendo los plazos y objetivos que establecieron.
En el caso de la brecha de infraestructura, esta pone como meta un plazo de 20 años (hacia 2038) para alcanzar los valores que comparadores internacionales poseen en ciertos indicadores de infraestructura en los sectores de agua urbano y rural, saneamiento urbano y rural, electricidad, telefonía móvil, internet fijo, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, educación, salud e hidráulico. En ese sentido, y en línea con su objetivo de generar evidencia que sirva como insumo para la mejor formulación y ejecución de las políticas públicas, ComexPerú busca estimar el avance de la brecha de infraestructura, con resultados para el año 2019. Así, se calculará la variación de la brecha para los cuatro sectores de agua y saneamiento, los dos de telecomunicaciones, y los cuatro de transporte.
La evaluación del estado de la infraestructura en el Perú muestra que, si bien se han producido avances importantes en lo que va del siglo XXI, estos no han sido suficientes para elevarla a niveles competitivos, lo cual, sumado a una inversión decreciente, ha resultado en un nivel rezagado de nuestra infraestructura en comparación con países de la región y desarrollados.
El Informe completo de ComexPerú se encuentra en el siguiente enlace:
http://www.comexperu.org.pe/upload/articles/reportes/informe-anual-001.pdf