Tras el fuerte golpe de la COVID-19 a la economía mundial en 2020, esta pudo recuperarse a lo largo del 2021. Cabe mencionar que esa mejora perdió algo de fuerza en el segundo semestre, debido a los nuevos brotes del virus a nivel global. El 2022 parecería menos prometedor por la propagación de la nueva variante ómicron, la cual ha rebajado las perspectivas del crecimiento económico mundial, según el reciente informe del Banco Mundial (BM).
De acuerdo con el BM, existe una serie de riesgos que se deben tomar en cuenta para un adecuado manejo económico. Entre los principales se encuentran los siguientes: i) el menor crecimiento mundial; ii) las disrupciones en las cadenas de suministros internacionales; iii) nuevas restricciones de las autoridades gubernamentales; iv) la inflación mundial récord; y v) el consiguiente retiro del estímulo monetario internacional y elevados precios de los combustibles.
En el caso del Perú, el BM, en su último reporte regional, mantuvo su pronóstico de crecimiento del PBI del 3.2% para este año y, con respecto a 2023, estimó un incremento del 3%. Por otro lado, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) también ha pronosticado que nuestro país se encuentra entre los que tendrían un mayor crecimiento del PBI, con un 4.4% para este 2022.
Por su parte, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) también destacó en el último reporte de inflación que sus proyecciones para este año no se modificarían por el impacto de la tercera ola. Cabe mencionar que, en setiembre de 2021, la entidad rebajó su pronóstico de crecimiento del 4.5% al 3.4% para 2022, debido, particularmente, a la falta de confianza empresarial.
Respecto de la inflación, según el Latin America Consensus Forecast Report, la del Perú se posicionará como la tercera más baja en la región para 2022. En este informe se indica que la inflación este año será de 3.2%, con lo que se ubicará en el tercer lugar después de Ecuador y Bolivia, con inflaciones del 1.4% y el 2.7%, respectivamente.
Asimismo, el BCRP informó en su reciente programa monetario que el impacto de la expansión de la variante ómicron sobre la inflación global y local podría empujar a la entidad hacia una política monetaria más restrictiva de la que actualmente se espera, por lo que las expectativas de inflación para 2022 se elevaron del 3.5% al 3.7%, por encima del límite superior del rango meta de inflación.
¿SON NUESTRAS INTERVENCIONES EFECTIVAS?
Si bien las condiciones macroeconómicas están señaladas, es necesario un adecuado accionar del Gobierno, que debe mantener lo que se ha logrado hasta el momento en materia sanitaria y económica.
Según un estudio de Apoyo Consultoría, algunas de las medidas planteadas anteriormente por el Gobierno, como el cierre de centros de trabajo, las restricciones al movimiento interno (viajes interprovinciales), el toque de queda y las restricciones a la movilidad los domingos no fueron efectivas para reducir el número de fallecidos por causa de la COVID-19 ni para impulsar la reactivación de la actividad económica.
Asimismo, dicho estudio revela que la ampliación del toque de queda de 11 p. m. a 4 a. m. ocasionaría una caída del 12% en el PBI de restaurantes y una contracción del 8% en el empleo generado por dicho sector.
Por el contrario, las medidas tomadas para la conservación de la salud, como el uso obligatorio de mascarillas y la política de testeo masivo a través de un mayor número de pruebas de detección, sí fueron efectivas para reducir el número de fallecidos. En especial, la vacunación masiva también fue altamente efectiva para impulsar la reactivación económica.
Por ello, las decisiones del Gobierno deben responder a evidencia y a las lecciones aprendidas de las intervenciones que sí han funcionado para enfrentar la pandemia (ver Semanario 1100).
Sin embargo, la actual estrategia de control de la pandemia enfocada en la restricción de horarios y una inminente limitación de la movilidad no sería eficaz ni efectiva. Esta parecería subestimar los riesgos antes señalados y no haría más que agravar la situación de nuestra economía.
En ese sentido, es vital acelerar la vacunación de la población con la tercera dosis, así como seguir el testeo masivo y el uso de mascarillas en ambientes cerrados, que han demostrado ser políticas de prevención y control eficaces, y han sido las mejores armas para enfrentar la pandemia.
Desde ComexPerú, hacemos un llamado al Gobierno para que, con su liderazgo, comience a tomar decisiones acertadas que permitan retomar la reactivación económica que genere mayor producción y empleo de calidad, sino la economía se le irá de las manos y podría tener consecuencias adversas que luego pagaremos todos los peruanos.
En resumen:
Diversas fuentes proyectan un crecimiento del PBI entre un 3 y un 4% para nuestro país en 2022. En este contexto, es clave un adecuado accionar del Gobierno para mantener lo que se ha adquirido hasta el momento en materia sanitaria y económica. Las decisiones deben responder a evidencias y lecciones aprendidas de las intervenciones que sí han funcionado para enfrentar la pandemia. La prioridad debe ser la vacunación y no las restricciones a la movilidad.
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