El querer y el deber son dos términos esenciales de la conducta humana. Cuando se emplean bien, las relaciones humanas son óptimas y armoniosas. Toda persona tiene el deber de querer y acierta cuando conoce la realidad de lo que debe ser y de lo que son los demás, también en relación con la realidad.
Está claro que para querer hay que conocer, sin embargo, la causa de nuestro conocimiento no se dirige necesariamente a la inteligencia en primera instancia. Pascal decía que “el corazón tiene razones que el entendimiento no capta”, quiere decir que cuando se ama bien hay una gran libertad que permite darse cuenta de las cosas de una manera veloz. En estos casos es primero la captación o contemplación y después la explicación de la razón.
Lo que se conoce por la fe
Otro campo de conocimiento es el que se tiene por medio de la fe. La misma definición dice que la fe es “creer lo que Dios nos ha revelado, no por la luz natural de la razón, sino por la autoridad de Dios que no puede engañarse ni engañarnos”
Cuando hay fe se está teniendo una certeza de un conocimiento que ha llegado por una luz divina, por supuesto que interviene la inteligencia y la voluntad, pero hay que advertir que ese conocimiento no fue fruto de un razonamiento, lo que es propio del conocer.
Estas consideraciones son necesarias para entender bien el querer y el deber, que son dos funciones que el ser humano debe realizarlas con acierto.
Lo que se debe querer no necesariamente se conoce por el ejercicio de la razón; es más lo que más se debe querer es algo que supera nuestra razón y cuando se quiere se acierta, más que si hubiera sido algo razonable.
La libertad falsa
El hombre de hoy reclama autonomía y pregona por todas partes la libertad como un derecho para hacer lo que quiera y que nadie le obligue a otra cosa. Él quiere decidir sin ninguna influencia. Este pensamiento está bastante limitado y está equivocado porque el ser humano debe querer lo que lo enriquece como persona y lo llena de libertad.
La independencia y la autonomía no son los que hacen libre al hombre. Es necesario conocer la realidad y cuando la miramos, nos damos cuenta que hay reglas que tenemos que cumplir para ser libres y esas reglas apuntan al bien.
Para tener en cuenta:
“Querer es un verbo que proviene del latín quaerĕre y que significa “tratar de obtener”. El término tiene diversos usos y aplicaciones. Querer es, por ejemplo, tener cariño o amar a alguien o algo: “Hagas lo que hagas, siempre te voy a querer” (Diccionario).
“Se entiende por deber la obligación, compromiso o responsabilidad moral que le atañe a cada persona y que se basa en obrar bajo los principios de la moral, la justicia o su propia mentalidad. Es decir es aquello a lo que está obligado el ser humano, ya sea porque se le ha impuesto como una norma moral, legal, religiosa o simplemente por costumbre; y de no cumplir con estas normas legales podría este ser sancionado respectivamente de acuerdo como lo estipula la ley de esa jurisdicción que puede ser con prisión o con multas” (Diccionario).