Reproducimos una parte de la interesante entrevista que Michael Shifter*, presidente de Diálogo Interamericano, tuvo con La Nación de Costa Rica sobre la llegada de Joe Biden a La Casa Blanca y las implicaciones para América Latina. También habló acerca de la política migratoria del nuevo gobierno de Estados Unidos, la situación en Venezuela y el manejo de la crisis del Covid-19 en la región.
¿Cuál es la fotografía del país que deja Donald Trump y la que asumió Joe Biden el 20 de enero?
Es una herencia muy difícil, sin precedentes. No recuerdo ninguna administración estadounidense que enfrentara una crisis tan profunda. Desde el punto de vista histórico, nunca ha habido una herencia tan complicada para una administración. Abraham Lincoln enfrentó la esclavitud y la guerra civil, y Franklin Roosevelt, la depresión. En el caso de Biden tiene todo: crisis económica, divisiones sociales y raciales, y la pandemia, que es un tema urgente. La llegada de Biden ha generado cierta esperanza para calmar la situación y tener un gobierno un poco más tranquilo y competente del que se ha visto durante los años de Trump. Hay un sector importante del país que siente un alivio de que Trump esté fuera de la Casa Blanca y que no tenga la plataforma que tuvo por cuatro años. Sin embargo, también sabemos que la mayoría del Partido Republicano todavía apoya a Trump y que no ve a Biden como un presidente legítimo, pues están convencidos de que la elección fue robaba y hubo fraude masivo. El día de la toma de posesión fue, a mi juicio, un día de la restauración de alguna normalidad en el país, de volver a la dignidad y decencia. Biden tiene una trayectoria que demuestra un gran sentido de empatía, decencia y dignidad en su carrera y creo que gran parte del país ha estado buscando eso, pero también hay un gran porcentaje que tiene otras ideas, entonces no será una tarea fácil de cumplir.
¿A qué atribuye ese giro del gobierno de Biden a favor de flexibilizar la política migratoria como ningún otro gobierno estadounidense lo ha planteado?
Es un cambio dramático. Cuando Biden fue vicepresidente dedicó mucho tiempo a América Latina y sobre todo a los países de Centroamérica, que son el origen de muchas migraciones a Estados Unidos. Creo que le ha dolido mucho el trato, la mano dura y las restricciones contra los migrantes. Él parece decidido a revertir esto en la medida posible y mediante decisiones ejecutivas que ya está tomando. También está presentando una reforma comprensiva de inmigración que es algo que se había intentado sin éxito desde Ronald Reagan. Ahora plantea esta propuesta ambiciosa, audaz y clara, y ha generado mucha expectativa, pero habrá que ver cómo será recibida la iniciativa en el Senado, porque ya sabemos por experiencia que pasar una reforma migratoria comprensiva no es fácil políticamente. El hecho de que él planteara este proyecto es muy simbólico para tratar de reformar un sistema que está roto y que no funciona desde hace tiempo, pero muchas administraciones anteriores no han podido lograr mucho progreso en este tema. Considero que tendría un efecto muy positivo en la relación con América Latina, ayudaría mucho a la imagen de Estados Unidos y encajaría muy bien con los valores y principios de Biden.
¿Hay otro asunto que considere urgente en las relaciones América Latina y Estados Unidos?
La pandemia es urgente también. América Latina está pasando por un momento muy difícil y el coronavirus agudiza la inequidad y eso es una bomba de tiempo en la región. Es vergonzoso que no se haya dado ninguna señal de compresión de Trump hacia América Latina en este tema. Es cierto y entendible que la prioridad tienen que ser los que están sufriendo en Estados Unidos, pero entre los países se podrían compartir mejores prácticas, información o recursos. Hay distintas maneras de cooperar y no ha habido nada. Aunque los recursos son limitados se puede hacer mucho más y la Administración debería tomar decisiones importantes en ese sentido. Venezuela es otro tema que está ahí. Es una tragedia, es como hueco en Suramérica y ha tenido consecuencias dramáticas en casi todos los países. Me parece que de parte de Biden vamos a ver firmeza contra Nicolás Maduro, pero también Biden reconoce que la única salida es tener un acuerdo político y para que eso tenga éxito habría que hacer un esfuerzo multilateral.
Nota de redacción: Añadimos estas palabras reflexivas de Michael Shifter* a la entrevista que entregamos en resumen y que pueden ubicarla en The Dialogue www.thedialogue.org
“El país está quizás más profunda y amargamente polarizado que nunca antes, con un alto nivel de desconfianza mutua entre los dos principales partidos políticos. Hay dos realidades separadas, dos conjuntos de valores. El trumpismo demostró no ser un fenómeno fugaz, sino un movimiento que probablemente persista y forme parte del panorama político estadounidense durante algún tiempo. En esta elección, Trump demostró que controla al Partido Republicano, un partido que refleja continuidad en algunas de sus temáticas de base pero que ha abandonado sus posiciones tradicionalmente pro comercio y pro inmigración”