Estamos viviendo tiempos en los cuales cada palabra se define, interpreta “o contextualiza” como cada quien conviene o asume que debe de ser. ¿Tema complicado? Evidentemente, muy enredado, pero con una madeja provocadora que se puede recomponer. Sin embargo, a los políticos de estos tiempos no les conviene vivir en transparencia y por eso, legislan desesperadamente contra la Libertad, pretendiendo sancionar con severidad extendida, las revelaciones que les afectan. Y en ese objetivo innoble, la prensa es “lo que deben controlar, someter, condenar y destruir”.
Hoy en día se habla de legislar férreamente las difamaciones, cuando ya existe toda una legislación que cubre el ámbito de dicho delito contra el honor, una condición necesaria para la realización e interacción social de toda persona (el honor, la imagen y reputación). Es posible dicen algunas personas, que se haya construído un ambiente de creciente impunidad y hasta una desfachatez interminable desde los que difaman, al extremo que lo hacen y no les pasa nada, lo vuelven a hacer y siguen imparablemente en esa secuencia que llega a ser un ventilador de odio lleno de acusaciones que destruyen la vida de todos sus oponentes o víctimas escogidas. Pero por otro lado, también resulta cierto que muchos de los que dicen estar siendo difamados, en realidad son lo que se les señala y es tal su poder relacional, financiero y de corte político, que se convierten en víctimas de quienes dicen la verdad sobre ellos y sobre sus actos. ¿Se dan cuenta de todo esto? Hay dos lados a cada lado de la moneda, aunque parezca raro, es lo que existe.
¿Qué está pasando ahora en el Perú con el delito de difamación? Que diversos Congresistas han visto una nueva caja de oportunidades para callar a los periodistas que revelan la criminalidad de los políticos, el aumentar las condenas. Es decir, los actuales Congresistas no están mirando al país y sus interminables necesidades, sino cómo pueden hacer para que los periodistas “no los molesten” con sus investigaciones, descubrimientos o revelaciones de actos de corrupción, robos, engaños, abusos, extorsiones, chantajes y muchísimos delitos más.
¿Qué hizo el Congreso? Aprobó sin dictamen y sin debate, la modificación del Código Civil y el Código Penal con la finalidad de “sancionar la utilización indebida de los medios de comunicación, redes sociales o sitios web de divulgación colectiva”. ¿Quién es el autor de la peligrosa iniciativa legislativa? El partido comunista Perú libre, por intermedio del Congresista Segundo Toribio Montalvo Cubas. ¿Quién hizo la sustentación de ese proyecto en el Pleno? El Congresista del partido comunista Perú libre, Américo Gonza Castillo. ¿Y quiénes apoyan ese proyecto de contrabando legislativo contra la Libertad de Prensa y de Expresión? Cinco grupos políticos: los indefinidos de Alianza Para el Progreso, los denominados “niños” de Acción Popular, los siempre acomodados a la corriente de Podemos Perú, irracionalmente los de Renovación Popular y por supuesto, los del partido autor: Perú libre.
Hay que ser muy tontos y hasta imbéciles para caer en la trampa de la “iniciativa por indignación” de los Congresistas que no son íntegros ni honestos, o que no pueden defenderse porque son culpables de algo denunciable o que saben cometer delitos pero les incomoda el rol de investigación y denuncia de los periodistas y se ponen ahora a votar lo que quieren y están manipulando los comunistas del partido de Castillo, Boluarte y Cerrón (no se olviden nunca de eso, que no es difamación decirlo, sino el orígen de todos los males, siendo esa la fórmula o plancha presidencial que llegó al gobierno).
Las leyes represivas por motivación política, dan vuelta en el tiempo, se usan en contra de los que las apoyan ahora y luego, es tarde para denunciar esa legislación. Por eso, el contrabando ideológico de la extrema izquierda (el partido comunista Perú libre) no puede ser respaldado por grupos que se precian de ser democráticos como Renovación Popular o Alianza para el Progreso.
El proyecto dice que la finalidad es “sancionar la utilización indebida de los medios de comunicación, redes sociales o sitios web de divulgación colectiva”. ¿Quiénes son los objetivos de esta sanción? Los periodistas y los ciudadanos que participan con sus opiniones en las redes sociales.
Una ley impulsada por la extrema izquierda, es la mejor carta-bomba para acabar con nuestras Libertades.
Ni ley mordaza, ni mordaza maquillada. Solo Libertad, siempre Libertad.
Imagen referencial, de J.R.Mora que lo ubicas en https://jrmora.com/