Pensiones y jubilación son temas parecidos, que guardan relación, pero no necesariamente van en el mismo sentido y eso hay que volver a explicarlo, sobretodo a los que creen que saben lo que no entienden, y a esos burócratas y operadores financieros que por hacer negocios turbios –le llaman también lobby- se pasean por radios, canales de TV y periódicos para vender ideas sin fundamentos. Y por supuesto, van de Zoom en Zoom como expositores de sus rechazos ahora supuestamente académicos, pero rechazando a la vez, sus propias ideas de cuando fueron ministros o tuvieron cargos públicos. Así es la hipocresía caviar, así es el mercantilismo y el alquiler de algunas opiniones temporales.
Primer punto: se trata de varias pensiones y una de ellas, es la pensión de jubilación.
¿Hay más pensiones en un sistema previsional? Claro que sí: pensión de orfandad (de cero hasta los 18 años de edad), orfandad universitaria (de 18 hasta 28 años para estudiantes universitarios), pensión de viudez (para el cónyuge o la cónyuge cuya pareja fallece), pensión de ascendencia (para los padres del trabajador afiliado a un sistema de pensiones), pensión de invalidez parcial, total, temporal o permanente.
Y como mencionamos, la principal, la que es el objetivo primordial del pago, cotización o aporte mensual cuando se está trabajando, es aquella que se construye como pensión de jubilación, sea en base al ahorro secuencial (y la suma de la rentabilidad constituyendo un Fondo personal o Cuenta Individual de Capitalización) o sea bajo el sistema de reparto que el Estado garantiza con un pago igualitario, así se aporte más.
Segundo punto: El sistema nacional de pensiones a cargo de la ONP Oficina de Normalización Previsional, quebrada empresa pública del Estado, ¿Ofrece los mismos montos, los mismos pagos que una AFP para cada de esas pensiones? No, no es igual. En la ONP las tarifas están fijadas y tienen un tope, un límite de S/ 893 soles para todo concepto. En las AFP, tus ahorros y beneficios no tienen límites a tu favor.
En la ONP si cotizas cada mes por un sueldo de mil, o un sueldo de diez mil o un sueldo de cincuenta mil soles -por citar un ejemplo-, al final de 20 años de pagos, como mínimo para acceder a una pensión de jubilación y teniendo por lo menos 65 años de edad, los tres aportantes del ejemplo citado (el del mil soles, el de diez mil soles y el de cincuenta mil soles de salario mensual), van a recibir los tres, exactamente la misma cifra máxima: S/ 893 soles mensuales como pensión de jubilación.
En una AFP, depende del Fondo acumulado a lo largo del tiempo. Digamos que tienes entre aportes y rentabilidad -sin importar tu salario- doscientos mil soles en 20 años; entonces tu pensión de jubilación será aproximamademnte entre S/ 1,200 soles a S/ 1,400 soles mensuales. A mayor Fondo acumulado, mayor pensión de jubilación.
Repetimos: En la ONP depende de lo que haya establecido el gobierno, existe “un tarifario” teniendo un límite, un tope, un máximo de S/ 893 soles mensuales. En una AFP depende de tu Fondo acumulado (es tú Fondo, no del Estado; no lo decide el gobierno, ni el congreso).
¿Y si retiro todo mi dinero de una AFP, tendré derecho alguna vez a una pensión en la AFP?
No, porque siendo un error financiero el retiro, es además quedar en cero y para tener una pensión de jubilación debes tener aportes, cotizaciones efectivas, un capital ahorrado a lo largo del tiempo que te permita acceder al beneficio. Sin capital, sin ahorro, no existe beneficio.
Por ejemplo: Si pagas diez cuotas de cientosesenta para comprar un auto, y decides no pagar más y que te devuelvan el dinero, ¿Tienes derecho a sacar tu dinero y en un futuro a reclamar el auto que no completaste de pagar y que encima, retiraste lo que estabas comenzando a pagar? Sería imposible, decidiste no pagar más para el objetivo que tenías y además, retiraste el dinero. Fuiste un cliente financiero, ya no lo eres.
¿Porqué los políticos piden ahora desde el congreso que uno pueda retirar el 100% de lo que aportó a una AFP?
Es muy simple, para luego comenzar a buscar más fuentes impositivas de dónde sacar dinero como rédito político y seguir en la ruleta de las expectativas y financiamientos insostenibles en el tiempo.
Los políticos incapaces, en vez de hacer que las AFP tengan libertad de acceso a mejores instrumentos financieros que hagan crecer tus ahorros con más rentabilidad, quieren que te quedes sin esos ahorros para todas las pensiones, no sólo que no tengas pensión de jubilación, sino que si falleces, que tus hijos no tengan pensión de orfandad, o que tu esposa no tenga pensión de viudez, ni que tus padres tengan pensión de ascendencia o que si algo te pasa, no tengas pensiones de invalidez… pero en la otra vereda, los congresistas tienen y tendrán siempre todo, mientras tú te quedas sin nada, poco a poco, sin nada: ni ahorros, ni esperanzas.
Durante la pandemia, en los momentos más complicados de encierro y limitaciones a los trabajos en casi todas sus modalidades, los trabajadores hemos reemplazado la ineptitud de los gobiernos usando nuestros ahorros para financiar la supervivencia y los créditos adquiridos (gastos en salud, balones de oxígeno, mascarillas, medidas extraordinarias de limpieza, acceso a clases virtuales adquiriendo equipos de cómputo, pagos de internet, medicinas, alimentos, camas de hospitalización, desempleo en casa, mayor gasto de energía electrica e internet, etc.).
Todo ese tiempo los gobiernos no despidieron a ni un solo burócrata (de más de un millón que inundan ministerios, entidades públicas diversas, municipalidades, gobiernos regionales). En cambio esos gobiernos provocaron cientos de miles de desempleos en la actividad privada, sobretodo en hoteles, restaurantes, transportes interprovinciales, alojamientos, mercados, negocios pequeños, PYMES, escuelas y nidos, guarderías, servicios a casas, peluquerías, gimnasios, etc.
Los trabajadores que están afiliados a una AFP se vieron obligados a efectuar retiros parciales de sus ahorros para la jubilación, a fin de solventar el pago de créditos hipotecarios o vehiculares, del alquiler de la vivienda donde habitan, para el pago de los servicios de electricidad, cable, internet y agua, para alimentos, aseo y medicinas. El Estado, los gobiernos, no otorgaron Bonos a las Clases Medias, siendo ellas el motor de la economía y el eje del progreso de las familias. El impacto de menores ingresos o desempleo en una familia de clase media, repercute en treinta familias pobres. Los gobiernos igualaron hacia abajo, en vez de proteger a todos, hacia arriba.
Miremos unas cifras: Al mes de junio de 2021, los trabajadores afiliados a las Administradoras de Fondos Privados de Pensiones (AFP) solicitaron el retiro de más de S/ 27,000 millones de soles de los fondos de pensiones.
Ese monto representó un total de dos millones 623,759 solicitudes de retiro registradas entre el 27 de mayo y el 24 de junio de ese año, en lo que fue un período muy angustiante para las familias peruanas, abandonadas de toda ayuda desde el gobierno de entonces.
La Asociación de AFP estimó que una vez culminado ese proceso de retiro saldrían un total de S/ 40,000 millones de soles de los fondos y esa cantidad se sumaría a los 33,000 millones de soles ya retirados en el 2020 mediante cuatro retiros aprobados.
De esa manera, en poco más de un año habrían salido más de 73,000 millones de soles de los fondos de pensiones, afectando directamente a seis millones de afiliados a las AFP, que se estarían quedando con cero soles en sus cuentas individuales de capitalización, es decir, sin pensión. Es decir nuevamente, como lo impulsaron los irresponsables políticos peruanos.
En cifras reales, de casi 18 millones de trabajadores en la PEA del Perú, el 72% no cotiza en ningún sistema de pensiones, eso es gravísimo.
Un país sin pensiones, es como un auto sin ruedas, no va a avanzar.
De cerca de 4 millones 500 mil afiliados a la ONP -quebrado sistema público de reparto- solamente cotizan 1 millón cuatrocientos mil (8% de la PEA) y nunca, jamás han retirado un centavo, porque lo que se paga a la ONP no constituye un ahorro personal.
De 6 millones 600 mil afiliados a las AFP, cotizan 3 millones 600 mil (20% de la PEA) lo que es significativo e importante porque en la mente de los trabajadores está claramente establecido que afiliarse a una AFP da seguridad en el ahorro para las pensiones de jubilación, pero eso, lamentablemente no lo explica, no lo informa, no lo alfabetiza el gremio a cargo, perdiendo una llave de oro para hacer que por más leyes que se dicten, los afiliados defiendan el camino de la seguridad financiera de las pensiones.
¿Cómo se debe responder a los políticos irresponsables que quieren quitarte el derecho a la pensión de jubilación?
Primero, que no se metan con el ahorro individual, ahorro personal, propiedad privada de cada trabajador; que no se inmiscuyan en el contrato de administración del capital personal que se ha suscrito.
Segundo, exigiendo al gobierno y al congreso programas sociales de recuperación en favor de las clases medias afectadas por la pandemia y la irresponsable gestión económica del Estado, estableciendo planes de cesantía efectivos en el tiempo y en la reinserción laboral, construyendo también planes de permanencia en los sistemas de pensiones a cambio de beneficios tributarios directos, otorgando acceso a créditos hipotecarios con plataformas de intereses muy bajos, priorizando a los más jóvenes y a las familias matrimoniales.
Tercero, respetando la intangibilidad de los Fondos privados de pensiones (inexpropiables, inembargables). Las AFP no deberían invertir más del 10% del total de los fondos administrados en Bonos del Estado o de cualquier gobierno, empresa o entidad pública. Esa debe ser una alerta inmediata.
Cuarto, movilizando opiniones y haciendo que la participación ciudadana sea más efectiva.
Tengamos muy en claro que la demagogia política no quiere que existan pensiones de jubilación, lo que quieren es el aumento del caos, el aumento del conflicto y la pobreza, para luego inventar algo así como pensiones universales de miseria, o salud universal de angustias.
Defender el ahorro es hacerlo crecer, no desaparecerlo.
Imagen referencial, una extraordinaria pintura de Wilhelm Maria Hubertus Leibl “Los politicos del pueblo”