Si revisas la secuencia noticiosa de los medios de comunicación de los últimos cinco años, nunca se mencionó en la ahora invasiva primera plana alquilada de los voceros oficiales y oficiosos del gobierno a la denominada “generación del Bicentenario” como un eje de liderazgo o propuestas. Y entonces uno se pregunta en el plano estrictamente de lo que que comentamos, el mediático… ¿Cómo así, en siete días nació algo que no tiene rumbo, ni unidad ahora? ¿Se transformó el silencio en expresión popular de un grupo de toda una generación? ¿Cincuenta mil o cien mil son representativos de millones? ¿Qué plataforma los representa? ¿Quiénes los representan? ¿Los dejan tener una representación?
Verán que -siempre desde el punto de vista mediático, no olviden esa alerta, no estamos en otro plano- los medios de comunicación se aprovecharon continuamente de los jóvenes, los bombardearon de arengas sobre sus molestias, de pastillas de bronca a cada segundo, generando imágenes de opresores continuos contra ellos, identificaron nombres como escollos a las oportunidades, inventaron fuerzas ocultas para derribarlas y al final, luego de decenas de heridos en dos “bandos”, ciudadanos y policías (que no deberían ser denominados así, siendo una misma sangre),… luego de eso, vino la violencia más poderosa -del odio a la ira-, estimulada por los medios y por intentos de caudillos que se apagaron como el fuego de un incendio de tramposos que esconden sus vidas, para satisfacer placeres ajenos al amor verdadero.
Los medios generaron odios e iras, como lo hacen diariamente, y obtuvieron nada, eso es lo bonito en todo esto: los periódicos no ganaron nada, más bien, perdieron más, porque ningún joven de la generación del Bicentenario compra ni uno de esos pasquines (sus ventas han caído 15% adicional esta semana), sus audiencias radiales se han reducido -en los noticieros o debates más del 30%- y los televidentes de señal abierta, siguen siendo un sostenido 5% mensual hacia abajo, con lo cual, ya las cifras de la señal por cable e internet superan a todos los medios tradicionales de la “televisión”.
Los medios, cuevas de generadores de espantos sobre la realidad, han sembrado su oscuridad eterna y van languideciendo por bajísima audiencia, bajísima publicidad, bajísimo nivel de sus conductores-comunicadores-rostros, bajísima popularidad y desastroso nivel moral. Se están extinguiendo, están secos y ya nadie les inyecta dinero en forma limpia, por eso juegan con el gobierno, con operadores financieros ligados al gobierno y con algunos cárteles seguramente, no nos sorprendería, aunque todavía no lo sabemos, es un rumor creciente, ojalá que no.
Entonces… concluimos lo siguiente para que comiencen la semana:
La generación “equivocada” actúa, piensa y se ordena en lo correcto, no están equivocados los jóvenes que tiene algo que decir (excluimos a los que tiran piedras y destruyen propiedad pública o privada): los jóvenes no siguen a los medios oficiales ni oficiosos, hablan en las redes, proponen en las redes, crecen en las redes y, no deben quedarse en las redes.