Si la Libertad de Prensa es insultar, calumniar, ofender constantemente por la excusa de la posición política de un periodista, no hablamos de libertad, sino de cualquier otra cosa.
Esto lo menciono a raíz de las permanentes simulaciones de verdades escondidas en establecer supuestas relaciones oscuras, patrañas en verdad, sobre la honra ajena de un amigo a quien no voy a permitir que lo echen más al fuego de la ignominia.
Conozco a Luciano Revoredo de toda una trayectoria limpia, católico como yo lo soy, honrado y ejemplar padre de familia que lucha incansablemente por la defensa de la vida, la familia y un país que no merece destruirse en su esencia, en sus valores.
Luciano nunca ha mancillado honras, pero a él le dan con miseria los comunistas, los ajenos al derecho, los que venden el aborto como “esperanza del odio y legitimación del asesinato de un niño por nacer”.
Por eso, Luciano ha interpuesto una acción judicial ejemplar, que asienta lo que es la Libertad y el recurrir a la justicia, frente a los adversarios de la verdad.
En esa lucha tenaz, sensata y valiente, los que trabajamos por una prensa libre, estamos juntos.