Para nadie es un secreto que los secretos de los gobiernos se van descubriendo a lo largo del tiempo y parecen más una obra de teatro o una novela muy mal escrita, antes que el recuento de lo que acontece detrás de las sombras del poder.
Los que no recuerdan la historia de la Salita del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional) en la época dorada de Vladimiro Montesinos (a) “el doctor”, a la sazón benefactor, beneficiario y el gran operador de contubernios y conspiraciones durante el régimen de Alberto Fujimori, podrían imaginar una especie de repetición a la distancia con el gobierno de Martín Vizcarra (a) “lagarto”, que fue vacado por permanente incapacidad moral, antes de descubrirse lo que les vamos a ir contando.
Alias “lagarto” es un conspirador por naturaleza y también, un aprovechado de las circunstancias (como el camaleón), razón por la que sin estar en el lugar preciso, ni en el momento indicado, surge como la opción posible pero no la más importante, hasta que se da cuenta de sus posibilidades y anota el zarpazo demoledor, conspirando, que es lo que mejor sabe hacer.
¿Qué tiene que ver en todo esto “el departamento de la vecina”? Que al igual que con Montesinos, se comenta que los nuevos operadores políticos de la tenebrosa oscuridad generaron “un ambiente secreto” donde reunir a la escoria, a los cómplices más desagradables, algunas de sus lealtades más conspicuas y un pequeño grupo de manipuladores de la prensa y sus tentáculos rentados por el Estado, para hacer de cada acción ilegal o irregular, una operación de poder y sostenibilidad de la mafia enquistada en el gobierno.
Entonces se dice, se cuenta que dispusieron de una serie de departamentos (no es uno solamente) ubicados en las cercanías del que posee “lagarto” oficialmente, no siendo el único por supuesto, ya que para otros fines y placeres contaba con el adicional perfecto a pocas cuadras, donde un Don Nadie le maneja las citas. Así, entre depas y entre copas, se hizo la vida paralela de un presidente que llevó al país hacia el más miserable destino provocado que hoy vemos (destrucción de la economía, destrucción del trabajo, destrucción de la vida), superando los cien mil muertos por dos causas: la pandemia y la desidia intencional. Unido a ello, la operación financiera es para un capítulo especial, donde no es casualidad la presencia en Suiza -ahora- de una de una de las responsables de la generación del drama económico del país.
Pero volvamos a las cortinas del “departamento de la vecina”, del que ya se ha hablado bastante sobre algunas damas que no mencionaremos. Por el contrario, en esta novela política de última temporada, los personajes más importantes recién se vuelven a mencionar pero extrañamente, la prensa los tapa en acto de abierta complicidad porque… existe una relación entre algunos concurrentes al “depa de la vecina” y esas empresas favorecidas los últimos años, en diversas formas.
Imaginemos una narradora de noticias, luego conductora en horario estelar, entrevistadora de guion al oído y regalos frecuentes en su nuevo departamento “también un depa dúplex pent house”, discutiendo estrategias políticas nacionales ¿Algo absurdo, o no?. Pero vayamos hacia lo importante, imaginemos que dicha contacto es el medio para que un defensor de intereses financieros se reúna con “lagarto” y cierre el paso a una Ley ¿Posible o no?
Imaginemos a un abusador de mujeres, a un golpeador, un acosador, acudiendo de sorpresa -ese es el termino que usan- a tomarse unos tragos con “lagarto” y recibir el generoso prodigio de unas consultorías con el Estado, siempre y cuando opere un centro de comunicaciones para movilizar en redes las tendencias de opinión. Cae billete, cae chamba, y nadie te toca esos sucesos pasados. ¿Posible o no?
Imaginemos a los representantes de algunos cárteles enviando a un “amigo” para pedir la extensión de la cuarentena en algunas zonas del país que coincidentemente, son la ruta de exportación de su productos. ¿Posible o no?
Y es que la imaginación es lo que hemos perdido los lectores de novelas, para hacer que la realidad se vuelva el capitulo final de tantas historias secretas que todo el mundo las habla y las conoce.
En el depa de la vecina, como en la salita del SIN, se fabricó lo que más daño le hizo a un país de novela, pero recién comienza esta nueva historia.