Leer a los ignorantes de la izquierda es peligroso sino se les lee dos veces, no por comprensión lectora o mejor entendimiento, sino que es preciso observar cómo construyen sus mentiras, sus falsos argumentos, su irrisoria estupidez para poder responder o en todo caso, denunciar una y otra vez esas “deconstrucciones” del lenguaje, o lo que ahora se llama “lo correcto”, lo que se pone de moda para entender porqué un imbécil puede matar a un Policía y porqué un Policía jamás puede defenderse de un criminal, si antes no averigua el calibre de su revólver, para ver si está en el mismo nivel de fuego de quien está resguardando la seguridad pública, a nuestras familias, a nuestra nación.
Si el arma de un delincuente terrorista es una calibre 38, el Policía debe tener –en la lógica progre, marxista, neosocialista, chavista, comunista y de corrección política-, debe tener también una de calibre 38 o menos. Si el delicuente terrorista tiene seis balas en el percutor del arma, el Policía debe tener también, como máximo seis balas y no usar adicionales si las tuviera. Es más, el Policía no puede hacer uso de su arma para nada –amedrentar o asustar con disparos al aire por ejemplo- si el delincuente terrorista no le dispara al cuerpo del Policía primero. ¿Se dan cuenta de lo absurdo de todo esto? Es que en ese nivel de mierda estamos ahora, dándole al criminal la potestad de ser víctima anticipada como sea, con tal de lanzarse un discurso político de impunidad, discurso y guión frecuente que ahora los medios de comunicación alaban y defienden con locura militante de una izquierda enferma de odio.
Proporcionalidad quieren los delincuentes terroristas y que no se les diga terroristas sino cualquier otra palabra “más correcta, inclusiva, transversal” (¡váyanse a la mierda!). Quieren que les digamos luchadores populares, ambientalistas del nuevo orden, reivindicadores del pueblo, ronderos urbanos, masas de lucha social, insurgentes pacificos… ¿Lo vamos a hacer? De ninguna manera: son terroristas los que invaden la pista de aterrizaje de un aeropuerto y destruyen las luces del emplazamiento de emergencia y las señales de orientación, son terroristas los que rompen los cercos de una instalación petrolera y atemorizan a los trabajadores con amenazas y armas, son terroristas los que ingresan a golpes y disparos a la planta de Camisea para suspender el bombeo de gas, son terroristas los que lanzan artefactos explosivos contra Comisarías, Fiscalías y Juzgados, son terroristas los que le quitan sus vehículos a trabajadores del transporte y los incendian cobardemente, son terroristas los que escriben que todo eso no es terrorismo, porque están haciendo apología a la subversión.
Y por eso decimos como respuesta a la pregunta: ¿Debe haber “proporcionalidad” entre un terrorista y un Soldado de la Patria?, NO, ninguna proporcionalidad puede existir entre un delincuente terrorista y un Soldado de la Patria, un Policía o un ciudadano que rechaza el comunismo, odio, corrupción e impunidad de las izquierdas que tanto daño y muerte le han ocasionado y ocasionan al Perú.
Solo existe proporcionalidad en derechos y deberes entre Peruanos, no con terroristas.